“Hace un mes el Alcalde dijo que este era el barrio más seguro de Quito, pero vemos que eso no es cierto”, dijo un morador de La Floresta, mientras veía hacia la vereda donde yacían los cuerpos inertes de 2 ciudadanos, quienes acababan de ser asesinados por un hombre que bajó de un taxi.

La temperatura de la fría noche capitalina no heló tanto la sangre de “Ángel”, como la escena del violento ataque que sufrieron los infortunados. Las cintas tomates del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), con las que la Policía cerró el perímetro del crimen, detenían a los curiosos que intentaban distinguir a las víctimas.

“Ángel” y su esposa, quienes llegaron a La Vicentina a degustar la comida típica que se vende en el parque José Gabriel Navarro, casi se indigestan al atestiguar la dramática pelea de los 3 hombres. Eran aproximadamente las 22:30 del miércoles, cuando un taxi que pasó hacia el norte por la calle Ladrón de Guevara, se detuvo cerca de la calle Valladolid.

De los asientos traseros bajaron 2 sujetos e intentaron correr, pero su agresor, que descendió del puesto de copiloto, los alcanzó y, alternándose, los atacó con lo que parecía un arma blanca, “uno de ellos se derrumbó de inmediato, el otro se arrimó a la pared, pero en breves segundos se desplomó, los vimos agonizar”, relató la esposa de “Ángel”. Tras cumplir su cometido, el homicida retornó al vehículo y huyó junto al conductor. “Parece que fallecieron por apuñalamiento, tenemos que confirmarlo”, manifestó uno de los gendarmes.

Al sitio arribaron 2 patrulleros, una camioneta patrulla, 2 motos, una ambulancia y alrededor de 14 uniformados, quienes todavía no reunían información suficiente como para adelantar una versión.

Para las investigaciones servirían las imágenes que, se cree, captaron las cámaras de seguridad que están en los semáforos de la Ladrón de Guevara y la Lérida, una cuadra más abajo del lugar de los hechos, justo en el límite que separa a La Vicentina de La Floresta. (I)