En el Centro Regional de Guayas se practicarán 100 operaciones ambulatorias a los internos que padecen diferentes enfermedades.

El capítulo segundo sobre derechos y garantías de las personas privadas de libertad, numeral 11, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), dispone que: “la persona privada de libertad tiene derecho a la salud preventiva, curativa y de rehabilitación, tanto física como mental, oportuna, especializada e integral. Para garantizar el ejercicio de este derecho se considerarán 1as condiciones específicas de cada grupo de la población privada de libertad”.
Aunque el COIP no entra en vigencia en su totalidad, justamente en esta disposición se viene trabajando en el nuevo Centro Regional de varones, asentado en Guayaquil.

Desde que los internos de la Penitenciaría del Litoral pasaron al nuevo centro regional, las autoridades de Rehabilitación Social emprendieron campañas de salud enfocadas, en primera instancia, a tratar la adicción de drogas, enfermedades mentales y comunes que padecían los privados de libertad, para lo cual se elaboró un registro, a fin de clasificar las emergencias.

A base de ese registro y evaluación médica de los reos, los ministerios de Justicia y Salud se unieron para hacer posible 100 operaciones ambulatorias que se practicarán a los internos en una clínica móvil.

El sitio ambulatorio se ubicó esta semana en el Centro de Rehabilitación Social para efectuar cirugías de hernia, extracción de proyectiles y linfomas. Permanecerá dos meses en este lugar.

Atenderán a los privados de libertad seis médicos, dos cirujanos, un anestesiólogo, dos enfermeras y un auxiliar de limpieza que trabajan en la clínica. Además, de los 8 médicos que laboran durante cuatro guardias en el posoperatorio.

De acuerdo con el COIP, los estudios, diagnósticos, tratamientos y medicamentos serán gratuitos.

“En caso de adicciones a sustancias estupefacientes, psicotrópicas o preparados que los contengan o de alcoholismo y tabaquismo, el Ministerio de Salud brindará tratamiento de carácter terapéutico o de rehabilitación mediante consultas o sesiones, con el fin de lograr la deshabituación.

La atención se realizará en los centros de privación de libertad, a través de personal calificado para el efecto.