En Ecuador, la Constitución reconoce y garantiza la inviolabilidad de la vida. “No habrá pena de muerte”, reza el numeral uno del artículo 66 del capítulo sexto donde se enumeran los derechos de libertad. En el mundo hay 34 países donde el narcotráfico es considerado un delito grave y se castiga quitándole la vida a los involucrados; uno de estos es China donde el fin de semana fue ejecutado un colombiano.

Organizaciones civiles, como Amnistía Internacional y Humans Right Watch, señalaron que la pena de muerte no reduce el tráfico de drogas y condenaron a estos países por incumplir el Derecho Internacional y los tratados internacionales sobre derechos humanos.

El Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador, en el artículo 220, establece que en Ecuador el tráfico de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización es de 13 años de privación de libertad. Con agravantes puede llegar a 16 años.

El jurista Julio César Cueva explica que en materia estrictamente de doctrina penal las penas tan severas como la muerte para ciertos delitos se llama populismo penal.  

“En Ecuador sería inconstitucional la pena de muerte, además de desproporcional. Lo que podría viabilizarse en el país es que estos delitos se declaren de naturaleza imprescriptible tanto en el ejercicio de la acción penal como en la ejecución de la pena. De tal manera que, por ejemplo, si algún microtraficante es detenido y por a, b, c circunstancia sale y no pueden recapturarlo, no importa porque si fue juzgado y condenado en ausencia puede purgar la condena en una próxima detención”.

Países con la pena de muerte

China es uno de los 34 países del mundo, donde el narcotráfico es considerado un delito grave y se castiga con la pena de muerte independientemente de la nacionalidad del detenido. En ese país este tipo de castigo se aplica a 46 delitos entre los que están faltas tan simples como el robo de tarjetas de crédito, el hacking o conducir en estado de embriaguez y provocar un accidente.

En lo que corresponde al tráfico de drogas si la persona supera los 50 gramos de cocaína, el mínimo de las penas van de 15 años hasta la pena de muerte o la cadena perpetua.

El panorama en el mundo tampoco es favorable. Según Amnistía Internacional, en 2015 aumentó la cantidad de personas ejecutadas, al menos 1.634, el número más elevado desde 1989.

Continente americano

En América solo dos países castigan el tráfico de drogas con la pena de muerte, Cuba y Estados Unidos. Aunque en este último es solo en algunos estados.

En 31 estados de ese país se mantiene en vigencia la pena de muerte y es decidida por un jurado. Y se da la pena de muerte por la posesión de grandes cantidades de heroína, cocaína, ecgonina, fenciclidina (PCP), dietilamida de ácido lisérgico (LSD), marihuana o metanfetamina.

Mientras que, en Cuba la ley establece la confiscación de bienes y sanciones entre 4 y 30 años de privación de libertad y hasta la pena de muerte. En el resto, todos los países de América Latina abolieron esta práctica.

En cambio, en África los países de Egipto, Sudán, Marruecos, Zimbabue, Somalia y Sudán del Sur tienen condenas de pena de muerte o cadena perpetua.

En Egipto, donde es muy traficado el ‘hachís’, a través del Mar Rojo, las condenas de muerte son   regulares. El método usado es el de la horca.

En Asia es donde más se aplica la pena de muerte por tráfico de drogas. Por ejemplo, en Arabia Saudita el consumo se castiga con penas de prisión, flagelación pública, deportación y el tráfico con pena de muerte. El método más usado es la decapitación por sable.

En Filipinas se contempla la pena de muerte, aunque en la mayoría es la cadena perpetua. En Tailandia es según el tipo de droga que se trafique y puede ser desde cadena perpetua hasta pena de muerte. Mientras en Vietnam esta sanción también se aplica por fabricar y ocultar las sustancias.

En Kuwait solo se contemplan dos medidas, la pena de muerte o la cadena perpetua. En Omán, el tráfico de drogas y el consumo hasta 20 años de cárcel y 50 latigazos.

En Singapur las medidas son más extremas, la tenencia y consumo se castiga quitándole la vida al implicado, incluso si se ha realizado por fuera del país. Se castiga el tráfico de más de 15 gramos de heroína o morfina, 30 gramos de cocaína o 500 gramos de cannabis. Todas las penas son ejecutadas y se aplican también penas corporales a los prisioneros. (I)