‘Nixon’ gritaba “vayan a ver al guía, que un ppl (persona privada de libertad) mató a su mujer”. El interno que ayudaba en las tareas de limpieza del recinto penitenciario se refería a Olga Ofelia Rodríguez Quiñónez, de 29 años, quien fue estrangulada con unas tiras plásticas, dentro de una celda. El sospechoso era Jhon Javier J.G., su conviviente, preso desde enero pasado.

La fémina ingresó cerca de las 08:30 al Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil, conocido como la Penitenciaría del Litoral, para a las 10:00 encontrarse con su pareja en el pabellón 8, precisamente en una celda exclusiva para encuentros íntimos.

Mario, hermano de Olga, esperaba afuera con el bolso color turquesa que le había encargado. No podía ingresar porque la visita era conyugal. A las 11:00 empezaron a salir las personas que ingresaron al mismo tiempo con Olga, pero de ella no sabía nada. El temor empezó cuando los rumores atravesaron los pasillos y llegaron a sus oídos: una mujer fue asesinada por su esposo.

El hombre prefirió no elucubrar, sino esperar un poco más. Luego se acercó a un policía parado en el ingreso del penal y le pidió que lo ayudara con el nombre de la víctima o del supuesto asesino. Cerca de las 13:00 le confimaron que el nombre del sospechoso era Jhon J.

“Sentí que la sangre se me fue a los pies. Sabía que ese era el hombre que fue a ver mi hermana. No lo podía creer. Ella fue a visitarlo porque  le dijo que le daría un cheque, pues tanto ella como la hija de ambos, de tres años de edad, estaban enfermas”, indicó Mario, quien hace ocho años quedó con 50% de discapacidad física por un accidente de tránsito que lo mantuvo ocho meses en estado vegetal.

Procesado por femicidio

Jhon fue procesado en una audiencia de formulación de cargos, realizada la madrugada de ayer, por el delito de femicidio, tipificado en el artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y sancionado con una pena privativa de libertad de 22 a 26 años. La misma que puede agravarse con un tercio de la máxima pena si se determina al menos una circunstancia agravante.

Esta nueva condena se sumaría a la sentencia por el delito de robo por el que fue apresado el pasado enero. “Ni él se dirigió a nosotros, ni nosotros a él. Lo que sí hubo fue un show. Se tiró al piso y andaba con un suero, pero no sé por qué. Recordé que el año pasado había golpeado a mi hermana, le partió la cabeza, y también a la bebé. No sé si está ‘picado’ porque ella lo denunció”.

Mario presume que su hermana se negó a tener relaciones sexuales con Jhon y que por eso fue primero golpeada y luego estrangulada.

De acuerdo con información proporcionada por la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased), la víctima estaba desnuda y presentaba un golpe en la cabeza, un surco en el cuello y otras huellas de violencia.

Olga deja cuatro hijos en la orfandad. Los tres primeros, procreados en un anterior compromiso. “Quiero que a este señor le pongan la pena máxima. No puede ser posible que mate a la madre de su hijo”, manifestó el hermano de la víctima. (I)

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Supuesto agresor se quitó la vida

Flavio Hernán Ávila Pérez, de 32 años, se quitó la vida la mañana de ayer en una casa situada en la coop. 25 de Septiembre, en el sur de Guayaquil. “La esposa señaló que el día anterior discutieron y que él pretendió ahorcarla en la cama, pero logró escapar con el hijo de ambos -de tres años de edad- y fue a casa de su madre, situada al frente”, informó el fiscal William Aguilar.

Agregó que el hombre, que se colgó de una viga, supuestamente consumía drogas y antes del suicidio había ingerido alcohol en exceso. “La esposa dijo que él alucinaba y que a veces le buscaba supuestos amantes debajo de la cama. Los maltratos fueron constantes”. (I)