Un minuto antes de que se cumplan 14 meses de la muerte de Carlos Bastidas, de 22 años, a causa de un accidente de tránsito, el juez adjunto de Contravenciones, Marco Tamayo, declaró culpable de este hecho a Rubén Cárdenas Saltos (35).

El ahora sentenciado fue identificado como la persona que manejaba el carro que atropelló al joven estudiante. Su padre (ex juez) Rubén Cárdenas Espinosa, de 71 años, y quien se autoinculpó en el hecho, no fue acusado por la Fiscalía.

Luego de cinco semanas de audiencia y más de 70 testigos, el juez calificó a los testimonios de quienes declararon a favor de los Cárdenas, como contradictorios.

La defensa de los acusados dijo que el único culpable del accidente había sido la víctima, por haberse bajado del vehículo en una calle sin salida.

El caso estuvo en peligro de ser declarado nulo, pues se argumentó que era imposible acusar a dos personas de estar manejando un mismo vehículo.

Sin embargo, miembros de Criminalística explicaron que una persona sin alcohol en la sangre, habría podido evitar el accidente y reaccionar, por lo que concluyeron que quien manejaba el vehículo se encontraba en estado etílico pues iba a 50k/h, en una zona residencial, por eso su incapacidad de reacción provocó el accidente.

Sin embargo nunca ordenó exámenes de alcoholemia a ninguno de los imputados. Cárdenas (hijo) reunió  todos los agravantes para ser condenado, exceso de velocidad, no prestar ayuda y huir, la pena máxima es de cinco años.  

Para la familia Bastidas, que lleva más de un año buscando justicia, esto es solamente el comienzo. Luego de escuchar el dictamen, la defensa de los Cárdenas amenazó con “interponer recursos que anularán todo lo actuado”.