Stalin Jorge Guaranda Cedillo, alias “Garfield”, y Eduardo Cecilio Vásquez Ortiz, alias “Colombia”, dos de los 18 reos que el pasado 11 de febrero fugaron de “La Roca”, enfrentan otro juicio por asesinato, registrado el 13 de octubre de 2012 en el interior del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil (CRSV-G).

El juzgamiento de ambos recayó en el Quinto Tribunal de Garantías Penales del Guayas, cuyos jueces miembros realizaron la audiencia contra alias “Garfield” cuando regresó al país, luego de su recaptura en Perú efectuada el pasado 4 de julio, y esperan el arribo de alias “Colombia” desde Brasil, para que comparezca en la etapa de juicio.

El tribunal, presidido por Gabriel Noboa Ycaza, impuso la pena de 35 años de reclusión mayor especial contra “Garfield”, tras ser hallado culpable del delito de asesinato; y de 17 años con 6 meses contra el recluso Richard José Párraga Anchundia, en calidad de cómplice, tras determinar que fue quien proveyó las armas que fueron utilizadas para perpetrar la balacera en el interior del pabellón.

La audiencia de juzgamiento se realizó el pasado 20 de agosto y su sentencia fue notificada a las partes procesales el pasado 1 de octubre.

El Código Penal vigente, en el artículo 81, numeral 3, estipula para casos como el de Guaranda Cedillo una pena no superior a los 35 años de reclusión especial.

Esta situación cambiaría con la formalización del Código Orgánico Integral Penal (COIP), proyecto que fue aprobado el pasado viernes por la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional. El COIP contempla acumulación de penas con un máximo de 40 años.

Gina Godoy, vicepresidenta de la comisión, explicó que el objetivo de la rehabilitación social es que los privados de libertad se reinserten productivamente a la sociedad, por eso el límite en la acumulación de condenas. No obstante aclaró que para los familiares de las víctimas ni la cadena perpetua para los criminales les “devuelve el estado natural del derecho vulnerado”.

Recuento de los hechos

El hecho de sangre ocurrió a las 10:00 del 13 de octubre de 2012, en el pabellón Sol Naciente, del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil (CRSV-G), en instantes en que los reos Miguel Hugo Pino Martínez, alias “Cofee”; Edward Steven Calderón Almeida, alias “Guarapo”; Jorge Luis Álvarez Zamora, alias “Karina”; y Byron Gonzalo Ortega Zurita, alias “Superman” conversaban en el patio y sorpresivamente fueron atacados por los también privados de libertad y posteriormente procesados.

Alias “Garfield” utilizó una pistola calibre 9 mm para disparar contra alias “Karina”, ocasionándole la muerte inmediata. Mientras que alias “Colombia”, con un revólver calibre 38 le disparó en la cabeza a “Cofee” y luego le disparó a “Guarapo” a la altura de la sien.

En cambio “Superman” corrió a esconderse en un kiosko, siendo perseguido por “Colombia”, quien le disparó por dos ocasiones, un tiro impactó en el hombro y otro en la cabeza, hiriéndolo de gravedad.

La balacera dejó otros cuatro internos con graves heridas y activó un plan de evacuación de emergencia, puesto que era un día de visitas y en los patios se encontraban niños, mujeres y ancianos. Análisis de Criminalística determinaron que la pistola marca Browning utilizada por “Garfield” detonó 12 balas, de 13 cartuchos de capacidad, mientras que el revólver fue descargado en su totalidad.

Posteriormente, las balas de 9 mm y calibre 38 encontradas en los cadáveres, durante la práctica de autopsia, fueron cotejadas con los informes balísticos.

El director, Héctor Reyna, dispuso la detención de todos los guías penitenciarios tras el hecho y autorizó el ingreso de elementos del GOE y GIR , luego denunció el hecho ante la Fiscalía.

El investigador indicó que el caso se dio por rencillas entre ambos grupos delincuenciales en las calles y dentro del reclusorio, pues días antes les habían quitado las armas y los habían agredido físicamente.

Eso lo confirmó “Garfield” en su testimonio ante el tribunal, en el cual confesó el crimen en complicidad con “Colombia”, y argumentó que lo hizo porque sus vidas estaban en peligro y se “adelantaron”, puesto que conocieron que los ahora occisos planificaban asesinarlos antes de recuperar la libertad.

Indicó que él junto a “Colombia” eran guardaespaldas de los ahora occisos, en el caso de “Cofee” que fungía de caporal de ese pabellón. Además, dijo que aprovecharon el uso de las armas con las que antes los defendían.

Acotó que “Colombia” había peleado con un compañero de celda y no pidió permiso a sus jefes para hacerlo, y por eso lo reprendieron, partiéndole la cabeza, razón por la que estaba resentido. Aseguró que nadie dio orden de matarlos y descartó pertenecer a “Los Choneros”.

Los antecedentes de Guaranda Cedillo muestran que cumplía una sentencia de 25 años en “La Roca”, por la muerte de Darwin Mina, crimen registrado el 25 de agosto de 2011 en la parroquia Pascuales.

A “Colombia” se le atribuye el asesinato de al menos 15 personas en ese sector, por disputa de territorios. Tiene varias órdenes emitidas por los jueces Vigésimo Sexto y Vigésimo Noveno de Garantías Penales del Guayas, quienes tramitan casos de asesinatos.