Es la “hora loca” en Guayaquil. El casco comercial de la urbe muestra su movimiento normal, agitado por centenares de personas que caminan presurosas por la avenida 9 de Octubre. El pitar de los vehículos no cesa, mientras que los vigilantes de tránsito hacen su mayor esfuerzo por controlar la situación... sí, es una mañana normal.

Bajo el típico sol guayaco de las 11:00 aparecen dos ciclistas, entre hombres con terno y algunas carpetas bajo el brazo, el vendedor de colas que se esconde de los metropolitanos, los cambistas de divisas, un grupo de personas de la tercera edad pasando las horas en la esquina de Boca 9 (Boyacá y 9 de Octubre) y la pareja que camina a paso lento abrazada. (Ver infografía ampliada)

Los citados ciclistas no son deportistas, sino dos policías que realizan su recorrido de costumbre. Se trata de los policiclos, quienes desde el pasado mes de marzo se encuentran activos en Guayaquil.

Este grupo de la Policía Nacional está conformado por 22 uniformados que fueron instruidos durante un mes en las instalaciones del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) y recibieron formación en esquemas de patrullaje, técnicas de persecución, derechos humanos y uso progresivo de la fuerza. Además, aprendieron a utilizar la bicicleta como medio de defensa.

Si es necesario, los policiclos dejan las bicicletas encargadas y entran en acción policialLos policiclos también fueron capacitados en mecánica para que sepan arreglar sus bicicletas en corto tiempo. Y fueron instruidos en técnicas para reparar los tubos de las bicicletas. Entre sus pocos accesorios (deben estar lo menos equipados posibles para no restarles agilidad) llevan un inflador de llantas y un juego de llaves.

Los policiclos visten pantaloneta, camiseta y zapatos deportivos. Deben llevar un casco de protección y tienen entre sus dotaciones de defensa un tolete, gas pimienta y su arma de fuego.

El día de los policiclos inicia a las 08:45, cuando se reúnen en el patio del Cuartel Modelo y forman bajo las órdenes del teniente Guido Chamba. A las 09:00, los 22 policías salen a recorrer las calles de Guayaquil. Su primera jornada es hasta las 12:30. Tras su descanso de almuerzo salen a las 15:00 y su trabajo se alarga hasta las 21:00.

Edwin Parra, quien lleva un año y seis meses en la Policía, indica que los procedimientos más comunes que ha tenido han sido en el maltrato de menores. “Uno de mis compañeros sí detuvo a una persona que se había robado una moto en Urdesa”. El uniformado había escuchado por radio acerca del robo y sospechó de un individuo que iba empujando una moto. Al pedirle los documentos del vehículo, éste se negó a presentarlos; y al verificar, se trataba de la motocicleta hurtada.

Con respecto a su sector de vigilancia (Parque Centenario), Parra destacó que “aquí se ha hecho un barrido, ya no hay personas que venden marihuana, el ambiente es mucho más tranquilo”.

De su parte Jorge Cevallos, con seis meses en la Policía, cuenta que “siempre andamos dos: si uno entra en acción, el compañero cuida las bicicletas; en caso de que los dos tengamos que actuar, dejamos las bicicletas encargadas con alguien”.

Patricio Pazmiño, quien era el comandante de la Zona Nº 8 de Policía cuando inició el sistema de policiclos en Guayaquil, señaló meses atrás que en temas de seguridad “la Policía Nacional está en permanente innovación, para ofrecer mejores servicios a la comunidad”.

La selección de los policiclos se hace luego de varias pruebas físicas, ya que para este grupo, según destacó Pazmiño, se necesitan policías aptos en toda área, en especial a quienes puedan resistir las largas jornadas de trabajo bajo el cálido clima de Guayaquil.

Entre los lugares a vigilar por parte de los uniformados en bicicleta están el Malecón 2000, la avenida 9 de Octubre, el Malecón del Salado, entre otros (ver mapa ampliado en la infografía).

A partir del próximo mes, 78 uniformados iniciarán su capacitación en el GIR para incorporarse a los policiclos. Con ellos, en los próximos meses serán 100 los gendarmes que recorrerán Guayaquil en bicicleta.