Los 42 mil miembros policiales distribuidos en el país están sometidos a una evaluación socioeconómica en la que deben presentar un informe de sus bienes, cuentas bancarias, estado de las tarjetas de crédito, entre otros documentos.

En la evaluación integral de los uniformados constan también pruebas toxicológicas, poligráficas y sicológicas.

El Ministerio del Interior dispuso el 19 de septiembre que la Inspectoría de la Policía se encargue de implementar las evaluaciones, para lo cual se iniciaron el 13 de enero de este año los seminarios de socialización a fin de explicar el proceso de evaluación a los oficiales superiores y subalternos.

Los primeros en acudir al nuevo edificio de la Inspectoría, localizado al norte de Quito, fueron 77 coroneles superiores, quienes llegaron con la documentación exigida para el análisis socioeconómico.

El Ministerio del Interior determinó que todos los policías deberán presentar copia u original de la declaración patrimonial juramentada con sello de la Contraloría, actualizada, si adquirieron alguna propiedad posterior a la expedición del documento deberán llevar una copia de las escrituras, copias de los movimientos bancarios de los tres últimos meses; copia u originales de los estados de cuenta de las tarjetas de crédito; copias de matrículas de los vehículos que tengan, copias de tablas de amortizaciones de préstamos, acciones o inversiones si las tuvieren y las copias de los roles de pago de los tres últimos meses.

El coronel Pablo Cerda, director del Centro de Planificación de la Inspectoría, explicó que se dispuso a los oficiales que deben traer sus declaraciones de bienes juramentada, “porque es parte de la evaluación del análisis socioeconómico en donde se pretende identificar perfiles de riesgo de posible crecimiento económico inadecuado con la supervisión constante del patrimonio y movimientos financieros”.

Las siguientes semanas se presentarán por orden de jerarquía los demás oficiales por grupos. “La evaluación integral tiene dos objetivos principales, el primero preocuparnos por la salud laboral de los policías a través de la evaluación psicológica y toxicológica y protegerlos de los constantes acechos de las organizaciones criminales que pretenden captar a los policías, entonces al evaluarles poligráficamente y económicamente, sabremos que contamos con policías íntegros que van a rechazar propuestas nefastas de los criminales y cumplirán con su rol”, afirmó el inspector de la Policía Gral. Fabián Solano de la Sala.

El alto oficial está encargado de explicar personalmente a los uniformados en qué consiste esta evaluación integral de confianza y luego de terminada la primera fase con la oficialidad se seguirá con el resto de miembros con la visión de que hasta el 2017 se complete las evaluaciones integrales a todos los policías. El examen toxicológico, que empezará a partir de febrero, consiste en la realización de pruebas rápidas para la detección de 5 tipos de drogas: cocaína, marihuana, metanfetaminas, opiáceos y barbitúricos.

El proceso empieza con pruebas de orina que se recogen con la presencia del examinado en dos recipientes, en el uno se pondrá un reactivo para la detección rápida de los elementos que se busca.

Si el resultado preliminar arroja presencia de drogas en el organismo del policía, el segundo frasco, observando la cadena de custodia, pasa a una instancia de comprobación que se desarrollará en el hospital de la Policía y el Departamento de Criminalística.

Una vez que se haya confirmado que el funcionario consume drogas pasa al sistema de rehabilitación de la red pública de salud por 90 días, luego se le aplican nuevas pruebas para verificar que el policía se rehabilitó y será reinsertado laboralmente. Un uniformado bajo los efectos de las drogas no puede portar un arma, lo cual garantizará a la ciudadanía que cuenta con policías idóneos”, afirmó el inspector.

La etapa sicológica es una prueba basada en un software que medirá algunos aspectos de la parte mental del policía, considerando que la profesión del agente en el día a día podría haber generado trastornos.

Esto se diagnosticará y dependiendo de la detección de posibles psicopatías que pudo haber adquirido el uniformado, será trasladado al sistema policial de salud para que en los hospitales de la institución reciba tratamiento psicológico, de igual manera dependiendo de la patología, por ejemplo, en caso de perfiles violentos, igualmente, se le prohibirá el uso del arma hasta que se desarrolle el tratamiento.

El examen poligráfico es una herramienta que permitirá conocer qué tipo de policías tenemos: “si son confiables o están diciendo la verdad ante los parámetros de evaluación”, manifestó el coronel Cerda.

En este aspecto se realizarán preguntas puntuales enfocadas a conocer si los policías violentaron los derechos humanos, cometieron actividades ilícitas o se beneficiaron de alguna actividad ilegal.

Los uniformados serán conectados a un polígrafo y a través de las reacciones corporales durante las respuestas se podrá saber si están diciendo la verdad. “Necesitamos una Policía honesta y confiable, dijo el Gral. Solano de la Sala.

Datos

Hasta finales de febrero los 3.403 oficiales de la institución habrán finalizado la entrega de la declaración patrimonial.

El centro de confianza de la Inspectoría se encargará de sistematizar toda esa documentación para mantener fichas digitales de los bienes de todos los policías.

Cada vez que los gendarmes apliquen para los ascensos se revisará esa información previamente; además tendrán que volver a actualizar la documentación.

Terminada la evaluación de oficiales empezará la de los policías de línea.