Con Biblia en mano y diciendo que no descansará hasta erradicar la idolatría de Guayaquil, el pastor evangélico Eduardo Mora se presentó en la Fiscalía del Guayas para rendir versiones por la acusación que pesa en su contra por el delito de odio.    

La Fiscalía abrió una indagación previa a Mora por encabezar el plantón realizado el 29 de marzo pasado en la procesión de Cristo del Consuelo y por liderar la marcha que se dio el 5 de abril último en la avenida 9 de Octubre.

Ambos episodios terminaron en disturbios que incluyeron gritos entre evangélicos y católicos y cruce de golpes entre ambos grupos.

La Fiscalía fundamenta su acusación contra Mora en el artículo 212.4 del Código Penal, que establece prisión de seis meses a tres años para la persona que: “incitare al odio, al desprecio, o a cualquier forma de violencia moral o física contra una o más personas en razón del color de su piel, su raza, sexo, religión, origen nacional o étnico, orientación sexual o identidad sexual, edad, estado civil o discapacidad”.

Mora rindió su versión ante Joffre González, fiscal de la Unidad de Delitos Contra las Personas y Garantías. El líder de la iglesia Altísimo Internacional acudió a la Fiscalía en compañía de varias personas, todas integrantes de su congregación.

El pastor indicó que se mantiene firme en su posición bíblica. “Dios demanda que el hombre no adore imágenes. La idolatría es un pecado ante los ojos de Dios”, repitió.