El cerro de Monserrate, uno de los símbolos de la ciudad de Bogotá, Colombia, se convirtió por cerca de cinco años en el escenario de terror y muerte, donde su principal protagonista era Freddy Armando Valencia Vargas, quien asesinaba y enterraba a sus víctimas en una fosa común.

La zona -en la que habitaba- está ubicada entre la densa maleza de uno de los cerros orientales, con otras 100 personas provenientes de familias desplazadas por el conflicto armado.

El sitio, entre escombros y basura, se encuentran a apenas 500 metros de la entrada al santuario de Monserrate, que se eleva por encima de los 3.100 metros en plena cordillera de los Andes y al que se accede en un teleférico turístico o por un camino de piedra que serpentea la montaña.En esas condiciones la Policía cuenta con un puesto de control cercano para protección de sus habitantes, que son visitados por funcionarios de los servicios públicos de la Alcaldía de Bogotá.

En el lugar el ‘Monstruo de Monserrate’, de 34 años, por más de cinco fue un asesino en serie silencioso. Este hombre estudió cuatro semestres de ingeniería industrial. A los 19 años de edad su madre falleció y se sumió en una depresión que lo llevó a consumir droga y abandonar los estudios. Prácticamente se convirtió en un indigente con un léxico florido que atraía con facilidad a las féminas.

Víctimas de 18 a 22 años

Según las autoridades, Freddy Valencia buscaba mujeres de entre los 18 y 22 años de edad en la calle del Bronx, uno de los mayores sitios de venta de droga de Bogotá, donde les prometía comida y ropa, así como estupefacientes, a cambio de favores sexuales.

Luego de convencerlas, las llevaba a su vivienda construida con madera y materiales reciclables al interior de la maraña de los cerros orientales, donde les entregaba lo prometido y exigía que accedieran a sus peticiones.

El primer asesinato, según declaraciones del propio Freddy, lo cometió en 2010. Siempre utilizó el mismo modus operandi para satisfacer sus deseos sexuales. Nadie se dio cuenta de lo que hacía, pues a las víctimas no las extrañaban por ser habitantes de la calle.

Hallazgo de cadáveres

Todo se destapó el sábado 28 de noviembre de 2015, cuando la Policía, mientras hacía un operativo en Monserrate, vio la actitud sospechosa de Freddy Valencia. Además, un perro al escarbar la basura encontró un hueso humano.

Esto los llevó a realizar una requisa de rutina en su casa, donde encontraron unas bolsas negras con restos óseos.

En ese instante nadie se imaginaba que el hallazgo se convertiría en una de las historias más macabras que han sucedido en los últimos tiempos en Bogotá.

Detenido y búsqueda de restos

Con esos indicios llamaron a unidades forenses e investigadores de la Sijín. Simultáneamente empezaron a indagar en la zona por el dueño del cambuche (casa). Al caer la noche de ese sábado ubicaron en el centro de la ciudad a Valencia y lo arrestaron. Hoy se encuentra en la cárcel La Modelo, según la revista Semana.

Para ese momento ya habían encontrado cuatro cuerpos más. El lunes la cifra de víctimas ascendía a siete. El viernes siguiente, y después de remover tres volquetas llenas de escombros y basura, la Policía ya había encontrado otros dos cuerpos, para un total de nueve. Sin embargo, la cifra puede llegar a ser muy superior.

La Policía sostuvo que los asesinatos habían ocurrido desde 2010 y el último de ellos se registró en noviembre. Diversas fuentes apuntan a que Valencia también asesinó a un hombre que vivía con él.

Confesión

El ‘Monstruo de Monserrate’ confesó a la Policía que asesinó a otras siete personas, por lo que las autoridades apuntan a que el número total de víctimas podría ascender al menos a 16.

“Quise bañarlas, cambiarlas y que tuvieran más facilidad de salir a conseguir plata. Cuando las invitaba a mi casa a cambio de todo lo que yo les ofrecía, pedía a cambio cinco minutos de placer”, manifestó Valencia, tras ser detenido.

También reveló que cuando las mujeres no cumplían las promesas, las asesinaba, la mayoría de las veces por asfixia, y posteriormente las descuartizaba para guardarlas en bolsas de basura y enterrarlas en el cerro de Monserrate.

“Él manifiesta que las asfixiaba y luego mantenía relaciones con los cadáveres”, explicó el general Humberto Guatibonza.

El confeso asesino, que fue llevado a las faldas del Santuario de Monserrate, donde cometió los crímenes, repitió ante la prensa que solo actuó “en defensa propia” y negó que sea un “monstruo”.

El general Guatibonza dijo que por la confesión de Freddy se pudo llegar al lugar exacto donde enterraba los cuerpos de las mujeres.

Identidad de primera víctima

María del Pilar Rincón Muñoz, de 26 años, es la primera víctima identificada del confeso asesino Freddy Valencia Vargas.

“Luego de que se diera la primera identificación, se interrogó a la madre de la fallecida, quien aseguró que la había visto con vida el 15 de abril de este año. Sin embargo Valencia aseguró que había perpetrado su último crimen en noviembre de 2015.

La mujer fue identificada por el Instituto de Medicina Legal gracias a sus huellas dactilares. Su director, Carlos Eduardo Valdés, indicó que actualmente se trabaja en la identificación de los 11 cuerpos hallados.

El trabajo se realiza por un cuerpo interdisciplinario que tiene en cuenta el contexto de ser este un caso del asesino en serie, que incluye médicos, antropólogos y odontólogos forenses, así como psiquiatras y psicólogos.

“Se intenta explicar los resultados no uno a uno, sino en conjunto. El Instituto está interesado en establecer qué circunstancias rodearon cada una de las muertes. No es fácil hallar un asesino en serie que esté dispuesto hablar, así que el Instituto está interesado en estudiar su comportamiento.” dijo Valdés. En tanto, Freddy Valencia está a la espera de recibir su sentencia en la Corte de Bogotá. (I)