Militares y policías, sin desatender sus obligaciones y responsabilidades antes, durante y después de la jornada cívica llevada a efecto ayer en todo el país, dejaron de ser simples espectadores para convertirse en sujetos "deliberantes" y consignar sus votos en los distintos recintos electorales en donde velaron por la paz ciudadana, el orden y la seguridad.

Aún cuando el voto de los miembros de las fuerzas del orden tuvo la particularidad de ser potestativo, la mayoría de uniformados ejercieron el derecho al sufragio en horas de la mañana, dependiendo de la oportunidad y disponibilidad de tiempo, sin dejar de cumplir con su cometido; otros lo hicieron en la jornada vespertina, cuando el flujo de ciudadanos en los recintos electorales disminuyó en determinados momentos.

"Para nosotros  el voto es optativo desde las elecciones pasadas y lo que ha hecho el Tribunal Supremo Electoral (Consejo Nacional Electoral) es entregar a todos los miembros de las Fuerzas Armadas un certificado en el cual se puede ejercer el derecho al voto en cualquier mesa y en cualquier junta del país, por el motivo que estamos desplegados", explicó uno de los oficiales de la Fuerza Terrestre, a cargo del control en el recinto electoral del Colegio Hermano Miguel de La Salle, en el centro  de la capital.

Afirmó que el voto es optativo en Fuerzas Armadas y "cada uno vota a conciencia o si quiere no vota, eso rige desde la elección pasada"; sin embargo, dijo que es importante su participación, sin ser obligatoria, porque son garantes de la Constitución y "como parte del país queremos lo mejor, nuestra obligación, además, es garantizar las leyes y la defensa del territorio nacional".

Precisó que los militares son apolíticos y respaldan el régimen legalmente constituido, cualquiera que sea.

La Policía Nacional fue otro de los estamentos que además de cumplir con sus funciones específicas tuvo libertad para ejercer  o no el derecho al sufragio.