Alexandra Córdova espera con ansias el 6 de enero de 2020, cuando está previsto que sea entregado el resultado del examen de ADN a los restos óseos que fueron encontrados a fines de noviembre y que, se presume, podrían corresponder a su hijo, David Romo.

En esa fecha, el laboratorio de ADN deberá hacer llegar dicho resultado al Fiscal de la Unidad de Desaparecidos Fiscalía N.-4.

Con ello se resolvería el enigma sobre la desaparición del joven Romo, ocurrida el 16 de mayo de 2013, cuando fue visto por última vez cuando iba en un bus de regreso a casa tras asistir a la Universidad Central, donde estudiaba Comunicación.

Los restos óseos en cuestión fueron encontrados el 29 de noviembre de 2019 en una quebrada del sector de Pomasqui, cerca de la ciudad Mitad del Mundo, donde vivía el joven con su madre y su hermana.

“A David mi adorado hijo no me lo imagino en esas condiciones, Para mi David está y estará vivo siempre . Su esencia está siempre con nosotros”, dijo su madre a este diario.

“Si esos restos llegarán a pertenecer a mi hijo, sería un dolor a un más grande del que ya vivimos, y está lucha seguiría hasta llegar a la Verdad”, anotó.

Que el nuevo año 2020, nos traiga paz, prosperidad y la realización de nuestros más grandes y nobles anhelos.
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— ALEXANDRA CÓRDOVA MADRE DE DAVID ROMO DESAPARECIDO (@alexa_co2000) January 1, 2020

Para Alexandra, “si no fuera David , esos restos pertenecen a otro desaparecido, Y detrás de él debe existir una madre que al igual que yo está buscando a su hijo”, aseveró.

Según las pesquisas iniciales, unos testigos dijeron haberlo visto bajarse en una parada, pero, como era habitual, su madre había acudido a su encuentro sin resultado alguno hasta la fecha.

Por el hecho, una persona cumplió un año de cárcel. Se trata del controlador del bus, a quien se le encontró en posesión del celular de Romo, pero negó que estuviera involucrado en su desaparición.

Sin embargo, las investigaciones recientes apuntaban a que habría sido conducido a una clínica clandestina de desintoxicación de personas drogadictas y que, posteriormente, habría sido incinerado sin que quedaran rastros, una teoría de la cual desconfía Córdova y que fue descartada con la nulidad resuelta por la Corte Provincial de Pichincha.

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(I)