Las limitaciones físicas no frenan el servicio de 450 policías
Tenía 27 años el policía Alex Lozano, cuando un 27 de noviembre de 2006, en una parada de bus de la ciudad de Esmeraldas, 3 individuos le dispararon por 2 ocasiones y huyeron. Como consecuencia del inesperado ataque, sufrió una lesión en la columna vertebral que lo dejó sin movilidad en sus piernas de por vida.
Unos 5 años antes, 21 de octubre de 2001, el uniformado Byron Villacrés, quien desempeñaba sus labores en Tena, provincia de Napo, también recibió un disparo de un civil que aparentemente solicitaba ayuda, lo que provocó su discapacidad.
Ambos ciudadanos están en las filas de los 450 uniformados que sufren algún tipo de discapacidad, y quienes recibieron en Quito ayuda técnica y tecnológica del Ministerio del Interior y la Policía Nacional el 3 de diciembre, ‘Día Internacional de las Personas con Discapacidad’, declarado por las Naciones Unidas.
De los 450 uniformados que están registrados al momento, 416 son varones y 34 son mujeres. El número ha aumentado gradualmente, pues en 2013 eran 439, y 413 en 2012.
Entre los tipos de discapacidades que sufren los uniformados se cuentan las física, sicológica, visual y auditiva. La más común es la física, con 74% en los policías.
Conforme con las estadísticas del Ministerio del Interior, el 77% de las discapacidades en los uniformados del país son efecto directo de sus funciones, por ejemplo los operativos.
Programa de reinserción laboral
En 2008 se creó la Unidad de Atención al personal policial con discapacidad, con la finalidad de brindar soporte a los miembros en asuntos de salud física, sicológica y emocional.
William Núñez, coordinador técnico de esta unidad en el hospital de Quito, informó que se tiene programado entregar 700 ayudas técnicas en el país hasta finales de año.
El proceso de reinserción laboral de los uniformados que sufren alguna lesión en el cumplimiento de su deber, es uno de los objetivos importantes de este programa, destacó Núñez.
Debido a su nueva condición física, los uniformados son destinados a tareas administrativas, ya sea en el departamento de Criminalística, en el Centro Integrado de Seguridad ECU-911, o en la docencia de Derechos Humanos.
Una nueva oportunidad
Alex Lozano, quien labora en Talento Humano del distrito policial Tierra del Sol, en Imbabura, también sufrió un incidente, pero eso no le impidió que estudie Derecho en la Universidad Técnica Particular de Loja y se convierta en abogado.
“Me parece muy bien las ayudas técnicas, pues generalmente la inversión venía de las propias familias”, dijo Lozano.
Byron Villacrés tiene 10 años trabajando como coordinador provincial del Instituto de Seguridad Social de la Policía (ISSPOL), en Tungurahua. Es titulado en Ingeniería en Marketing en la Universidad Técnica de Ambato, y se da un espacio para jugar en un equipo de básquet en silla de ruedas. El resto del tiempo lo dedica a sus hijos Gabriela y Alexander, de 20 y 13 años, respectivamente.
Para Víctor Vinueza, director nacional de Bienestar Social de la Policía Nacional, el trabajo que realizan los uniformados todos los días es muy riesgoso, por lo que considera oportuna toda la ayuda técnica necesaria para el beneficio integral de los gendarmes.
La inversión en los equipos asciende a los $ 800.000. Consta de sillas de ruedas verticalizadoras, eléctricas y reciclables, colchones antiescaras, camas hospitalarias, grúas hidráulicas y micrófonos de comunicación de corbata.