Teresa Manta llegó la mañana de ayer al aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, desde Estados Unidos. Tenía en su poder cuatro maletas, color negro, con regalos y recuerdos para su familia que la esperaba en el cantón La Troncal, ubicado a una hora y media de la urbe porteña.

Al salir de la terminal observó a un grupo de uniformados debajo de una carpa azul y letreros que le informaban sobre el programa ‘Retorno Seguro’, un servicio gratuito que la Policía Nacional ofrece desde ayer y se extenderá hasta el 6 de enero de  2014.

El objetivo es evitar que las personas que llegan a la ciudad por las festividades de Navidad y fin de año sean víctimas de la delincuencia en el camino, sobre  todo bajo la modalidad de secuestro exprés.

Teresa se acercó a los agentes y pidió más información, en principio tuvo dudas por la distancia  de su domicilio. “No quiero abusar de ustedes”, dijo.

El general Guillermo Balarezo, comandante de la Zona 8 -que incluye los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón- respondió que lo largo del trayecto no es un impedimento, ya que se coordina con otras zonas policiales para hacer relevos.

El oficial no precisó el número de agentes por motivos de seguridad, pero indicó que estarán disponibles tres patrulleros y doce motos para que resguarden a los viajeros.

Asimismo, dentro y fuera del aeropuerto cuentan con personal de inteligencia vestidos de civiles, para impedir que agrupaciones delincuenciales cometan  asaltos.

Además, mencionó que se analiza la propuesta de unos pasajeros que pidieron que haya un bus para  movilizar a familias numerosas. “Es una buena idea, hay grupos grandes que llegan de viaje y podemos ofrecerles custodia transportándolos en un colectivo”, manifestó Balarezo.

Agregó que aspiran a que no se repitan anteriores atracos, sobre todo en las carreteras.

En las dos primeras horas que se aplicó el programa tres familias pidieron la custodia. “Estoy feliz de venir a mi país y ver que la Policía ha implementado un sistema de seguridad importante, pues uno trae bastantes pertenencias y regalos para la familia y no sería justo perderlos en el camino”, indicó Ney Saldarreaga, que recién había llegado de Estados Unidos.