A los 13 años, influenciada por la lectura que consumía, nació en Lola Luna Chomnalez Belmonte el deseo de convertirse en acrobata o psicóloga. La adolescente nunca logró convertirse en profesional porque murió a sus 15 años en una playa de Uruguay, cuando caminaba sola durante sus vacaciones.

Ella era nieta de la reconocida Beatriz Chomnalez, un referente local en gastronomía francesa y pastelería en Argentina. Además, fue maestra de otros chefs destacados de su país.

Lola tenía 15 años, medía 1,65 y residía con sus padres, Diego Chomnalez y Adriana Belmonte en Buenos Aires, Argentina. Quiso pasar sus vacaciones en la playa, y una vez que consiguió el permiso de salida del país y de sus progenitores, viajó a Uruguay y fue recibida por su madrina Claudia Fernández, su esposo, el chef Hernán Tuzinkevich, y 2 hijos de la pareja.

Día de la desaparición y muerte

El 26 de diciembre de 2014, Lola llegó a Barra de Valizas, uno de los balnearios de Rocha que está a mitad de camino entre La Paloma y la Barra del Chuy (frontera con Brasil). Esta cerca del natural Cabo Polonio. Las caminatas sobre esas arenas son de lo más tradicional.

Dos días después, el Día de los Inocentes, exactamente el 28 de diciembre, a las 14:00, Lola decidió caminar por la playa hacia el balneario de Aguas Dulces, situado a 5 kilómetros de Barra de Valizas.

Ella portaba una mochila y un libro. Fue la última vez que se la vio con vida. Como pasaron 4 horas sin saber de la ubicación de Lola, su madrina llamó a sus padres, quienes tomaron un vuelo y empezaron la búsqueda de la adolescente, con la ayuda de la policía, militares y civiles, por aire, mar y tierra.

Dos días después, el 30 de diciembre, se halló el cuerpo de Lola semienterrado en una zona de monte apartada de la costa y a mitad de camino entre Valizas y Aguas Dulces.

Según el jefe de Relaciones Públicas de la Armada Nacional uruguaya, Gastón Jaunsolo, la familia Chomnalez recibió 2 llamadas durante los días de desaparición de la joven. “Son 2 llamados que comunicaban que la chica se encuentra en buen estado”, reveló sin dar más detalles.

Apenas inició 2015, fue arrestado para investigaciones el esposo de la madrina de la víctima, ya que pensaba que se trataba de un crimen intrafamiliar. Posteriormente recuperó la libertad por falta de pruebas.

En los días sucesivos hubo numerosas detenciones de sospechosos, que quedaron en libertad inmediatamente después de declarar. El último de esa primera serie de arrestos fue un albañil conocido con el apodo de ‘Conejo’.

Una pista para los investigadores fueron los rastros de sangre en la mochila de Lola, que fue hallada el 14 de enero de 2015, enterrada a pocos metros del lugar donde fue asesinada. Pero el ADN no coincidió con el de los sospechosos.

Por este caso ya han pasado 3 jueces, pues no han soportado la  presión del público, los familiares y juristas.

No hay avances concretos

El abogado de la familia Chomnalez, Jorge Barrera, sostiene que el trabajo policial y judicial ha sido intenso, pero reconoce que eso no satisface porque las dudas persisten y no hay avances concretos. “Todas las actuaciones solicitadas por la fiscalía y por la defensa se han diligenciado o están por terminar, pero pasó un año y el Estado uruguayo no ha dado las respuestas a las que tiene derecho la familia. Se generaron altas expectativas con un alto número de audiencias que, al no traer resultados concretos, dejaron más frustración”, dijo Barrera a la nación.

“Este crimen no puede quedar impune y no vamos a bajar los brazos hasta que se sepa la verdad y se castigue a los responsables”, añadió el abogado, que mantiene contacto permanente con los padres de Lola.

El 28 de marzo se cumplieron 15 meses de la desaparición y muerte por asfixia de Lola. Al igual que María José Coni y Marina Menegazzo, asesinadas en Montañita, quisieron solo divertirse en sus vacaciones. Los cuerpos de las jóvenes argentinas fueron repatriadas hace poco a su país de origen. (I)

Lola Luna Chomnalez Belmonte. Tenía 15 años, fue hallada muerta el 28 de diciembre de 2014, en la playa.