Casi a las 16:15, Pablo Guerrero Martínez, abogado acusado de sabotaje y terrorismo por los hechos del 30 de septiembre de 2010, llegó al país tras un exilio de casi 7 años en República Checa.

La razón de su salida de Ecuador y presentación de solicitud de protección internacional fueron los temores de un proceso penal por el intento de golpe de Estado del 30 de septiembre de 2010.

En la noche de ese día, Guerrero junto con una turba irrumpió violentamente en el edificio de los medios públicos, el cual se encontraba sin protección por la huelga policial.

Ecuador TV transmitía una cadena de televisión indefinida en el marco del estado de excepción que regía en todo el país. Guerrero usó la fuerza para que lo entrevisten en el set del canal.

Por esas actuaciones se le inició un juicio a Guerrero, quien interpretó la acción de la Justicia como persecución política. Ayer llegó al aeropuerto Mariscal Sucre, en Tababela, donde lo esperaban familiares y amigos que a su llegada gritaban: “libertad, libertad, libertad”.

Entre los presentes estaba su hermano José Guerrero, quien comentó que durante este tiempo se han mantenido comunicados de forma permanente.

“Fue absolutamente injusto lo que le ocurrió a mi hermano. El problema de Pablo Guerrero no empezó el 30 de septiembre, sino mucho antes, porque fue una persona muy crítica al Gobierno. Además, como abogado defendió a varias personas que se oponían al régimen”.

José Guerrero fue una de las primeras personas en abrazar a su hermano apenas salió con su maleta. Sus amigos también se aproximaron a él para estrecharle la mano y darle la bienvenida al país. Casi de inmediato, Pablo Guerrero dirigió unas palabras a quienes lo seguían.

“Por la ventanilla del avión vi unos paisajes increíbles, pero sabe que le falta al país, una República que cuide ese país, porque el correísmo se llevó la República del Ecuador. Yo quiero decir el día de hoy que tenemos que rehabilitar los principios republicanos y no debemos ser una colonia del castro chavenismo, porque Ecuador es una sociedad libre, hija de Montalvo y Espejo”.

La vida en Praga

Comentó que hace tres años visitó a su hijo en Praga. “Mi hijo vivió sin idioma en un país muy difícil, pero muy democrático, muy civilizado. Mi hijo también vivió con todas las limitaciones que implica que un abogado no puede ejercer la profesión, porque está en su país”.

Pablo Guerrero tiene previsto ejercer su carrera. Además, según comentó su hermano, ha publicado obras de literatura en Praga. Una de ellas se titula ‘Los de Enfrente’, cuyo argumento gira en torno a la recreación de dos hermanos, separados por el terrorismo que por circunstancias del destino crecen en realidades muy dispares.

En República Checa, Pablo Guerrero se ha relacionado con temas culturales. Además, durante todo este tiempo, no ha ejercido ninguna actividad política. (I)