Fidel Jaramillo: “No podemos vivir de una política de amnesia"
La recuperación de la memoria histórica, y el abandono de la política de amnesia empleada en los casos de violencia a derechos humanos en el país, son los puntos a tomar en cuenta en los avances registrados en los últimos años, y evitar que los procesos queden en la impunidad.
Así lo expuso, Fidel Jaramillo, director de Comisión de la Verdad de la Fiscalía General del Estado, en el segundo día del Seminario Internacional de Derechos Humanos que se realiza en Ciespal de Quito, en el cual se realizó el debate Memoria y Democracia.
En el conversatorio también participaron Mauricio Samaniego, autor del documental Alfaro Vive Carajo, y Manuel Gándara, activista de Derechos Humanos.
Jaramillo explicó que existen evidencias que el Ecuador perteneció al Plan Cóndor desde finales de los años 70. Ese plan fue orquestado para coordinar acciones junto a las dictaduras militares del Conos Sur en las décadas 70 y 80. Sin embargo, en el país los atropellos a los derechos humanos iniciaron en el gobierno del fallecido expresidente León Febres Cordero (1984-1988).
Para que un caso se considere como lesa humanidad, tiene que ser un ataque sistematizado, y generalizado por las fuerzas del orden en contra de la sociedad civil, expuso Jaramillo.
De acuerdo a documentos recuperados por la Fiscalía General del Estado, se comprobó la existencia de SIC-10, dependencia policial secreta donde los uniformados en los años 80, realizaban torturas y detenciones ilegales, con el fin de reprimir la subversión.
Para Mauricio Samaniego, productor del documental Alfaro Vive Carajo, que se estrenará en 2016, la recuperación de la memoria es importante con la finalidad de que los casos sean judicializados, y no queden en la impunidad. “Es muy importante que así sea para la convivencia”, sostuvo.
“Uno recupera la memoria para el futuro, no para el pasado”, afirmó el activista Manuel Gándara. En su intervención se refirió a que desde el pensamiento crítico hay que analizar los Derechos Humanos. "Los fenómenos dictatoriales de los 60, 70 y 80 son un proceso estructural que se sigue viviendo".
Por lo que recomendó tener cuidado al naturalizar los discursos sobre los derechos. “Esos son los desafíos de los derechos humanos en el campo político, económico y cultural. Pensar en los procesos de lucha requiere posicionamiento claro en términos políticos e ideológicos, desde las víctimas”. (I)