El proyecto de creación de 3 centros de rehabilitación social (CRS) regionales terminó el pasado noviembre con la inauguración del recinto penitenciario ubicado en la parroquia Turi, en Cuenca (Azuay). Con esto se cumplió la meta de cero hacinamiento carcelario  planteada a inicios de año por el Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos.

Los otros recintos fueron inaugurados en Latacunga (Cotopaxi) en mayo, y a finales de 2013 en Guayaquil (Guayas). Todos los centros de rehabilitación de esta categoría cuentan con áreas exclusivas para personas privadas de la libertad de mínima, mediana y máxima peligrosidad, según los delitos cometidos.  

También tienen pabellones para mujeres y para  atención prioritaria, donde permanecen los infractores de la tercera edad, con capacidades especiales, con enfermedades graves o terminales, y miembros de la comunidad gays, lesbianas, bisexuales, transgéneros e intersexuales (GLBTI).

El diseño de los recintos ubicados en Guayaquil y Latacunga es casi idéntico (aunque en el de la urbe porteña aún no hay mujeres) y cada uno tiene capacidad  para más de 4.000 internos. El de Cuenca, en cambio, está construido en un espacio más pequeño y tiene disponibles cerca de 3.000 plazas.

Los recintos regionales también cuentan con espacios destinados para la identificación de los internos, donde un equipo multidisciplinario, integrado por el Registro Civil, Departamento de Criminalística de la Policía Judicial y Ministerio de Justicia, verifica sus nombres, les toma las huellas digitales y revisa sus antecedentes y procesos penales.

También, hay áreas asignadas para la espera de las visitas, filtros de seguridad, talleres de rehabilitación, departamento médico, aulas para educación, preparación de alimentos, sala de visitas, habitaciones para encuentros conyugales, canchas deportivas, áreas verdes, cuarto de monitoreo de cámaras de seguridad, entre otros.

Asimismo, se adecuaron salones para conectarse mediante videoconferencia con las salas y tribunales de las unidades judiciales y realizar audiencias virtuales. Con esto se reduce el riesgo de fuga durante los traslados, sobre todo cuando se trata de privados de la libertad considerados de máxima peligrosidad.

Entre otras novedades implementadas están los economatos, que son despensas en las que no se utiliza dinero para comprar, sino la huella digital. Los familiares de los reos realizan depósitos a la cuenta de la empresa que presta el servicio y esta entrega cupones para adquirir golosinas, bebidas individuales de todo tipo o productos de aseo, como pasta dental, papel higiénico, champú, desodorante, jabón, etc.

En total, entre los 3 centros regionales de rehabilitación hay capacidad para 15.000 internos; más de la mitad de la población penitenciaria del Ecuador, que es de 25.000. El resto continúa en antiguas infraestructuras que en el 2015 serán readecuadas para brindar mejores condiciones. Además, para el próximo año se tiene previsto inaugurar 12 nuevos pabellones en la Penitenciaría del Litoral, también en Guayaquil.

Durante 2014, cinco cárceles fueron cerradas definitivamente. En 2015 se estima cerrar 3 más y entre 2016 y 2017, otras 2. En total se eliminará 925 plazas consideradas inutilizables porque no puede hacerse ni una intervención menor. Entonces, el país contará con 33 centros penitenciarios.

Las cárceles pequeñas quedarán como centros de detención provisional o serán destinadas a personas que hayan cometido delitos no tan graves y cuyo proceso esté en investigación, es decir que no tengan una sentencia ejecutoriada.