Publicidad

Ecuador, 31 de Enero de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El filicidio, cuando el delito convierte a padres en asesinos

Cuando la pequeña  Milca Tamara dejó de existir el pasado 1 de abril,  nadie imaginaba que la investigación iba a terminar apuntando puertas adentro, puesto que la Fiscalía, mediante los estudios de rigor,   determinó claros indicios de  que la niña, de apenas 3 años de edad, recibió severos maltratos mientras estaba bajo el cuidado de su progenitor y  que la habrían llevado a su deceso. Ahora las miradas apuntan directamente a Pablo Beltrán Suárez.

Pero, ¿es posible que el propio padre de Milca Tamara, quien  está con orden de prisión preventiva desde el pasado martes, la haya asesinado? En caso de ser así, ¿Con qué fin lo habría hecho? ¿Qué puede llevar a  un padre o una madre a matar a sus hijos?

La fiscal Margarita Neira, quien investiga el caso, explica que el hecho se encuadra en lo tipificado en el Art. 452  del Código Penal, considerado como filicidio,   y que se lo comete cuando uno de los padres mata a su hijo o hija. 

También se conoce como  homicidio  de proximidad  a los delitos consumados entre parientes o conocidos. El Código Penal vigente pena el filicidio con  reclusión  mayor especial de 16 a 25 años. Y hay  varios  casos  para mencionar. El más recordado tal vez sea el suscitado en diciembre de 2012 en la provincia de Manabí, cuando Ángel Muñoz Lascano asesinó a su hija de 5 meses, cortándole el cuello de lado a lado con un cuchillo.

La Policía informó en ese entonces que  Muñoz llegó a la casa de Jeniffer Intriago Sánchez, madre de la menor, y entabló conversación con ella, luego  le pidió que fuera a la casa de él en el sitio El Manguito,  para pasar la Nochebuena juntos.

En el lugar, según el parte policial, se la pasaron hablando por más de una hora, pero luego la pareja subió con la niña a una de las habitaciones y allí fue cuando el hombre sacó una navaja y le cortó la vida.

“La muerte ya había sido planificada, él (Adrián Muñoz) esperó el momento adecuado y en un descuido sacó una navaja y  la mató", expresó Intriago.

Al referirse a ese tema, el psicólogo Jhonny Mero Balseca manifiesta que hay varios motivos para cometer estos delitos . “Hay casos  en los que los padres matan a sus hijos por hacerle daño a su pareja, como desquite en casos de separación y divorcio”, asegura el especialista.

Pensar que una madre y un padre puedan matar a su propio hijo suena aterrador y cuesta detectar a priori si los padres son los asesinos, porque en un principio nadie desconfía de ellos, cuenta el experto, quien agrega que tal como el caso de un  abusador,  un filicida no tiene un perfil definido ni los mismos patrones.

“Solo puede conocerse algo sobre esa persona (un padre o una madre que mató a su hijo) una vez que se realizan estudios después de ocurridos los hechos. Un honesto padre de familia puede ser un violador; es un desdoblamiento de la vida; o la persona o compañeros que tenemos al lado sea un psicópata”, explica.

Es difícil saber de antemano  quién puede ser el asesino o el abusador si no hay indicios a la vista, señala Mero.

En el caso de la pequeña Milca,  si la indagación avanza sobre esa hipótesis, el profesional reflexiona que es difícil arrojar algo de primera mano, sin estudio previo, pero en caso de que el padre de la niña la haya matado, los motivos,  pueden ser miles: por una cuestión  de dinero, exposición, celos, desquite, violencia doméstica. “Suena  descabellado, pero es posible”, concluye.

La fiscal Neira indica que es díficil creer que la niña haya sufrido politraumatismos, lesiones y coágulos en el lado izquierdo del cerebro, con tan solo haberse caído de una piscina inflable, como relata el sindicado en su versión.

“La altura de la piscina y el peso de la niña no dan para haberse hecho tanto daño, a menos que le haya pasado un carro encima o se haya caído de una escalera, y en la casa del sospechoso, en la Flor de Bastión, no hay escaleras”, manifiesta, la fiscal, quien tiene 90 días para recopilar elementos de convicción que le permita acusar al progenitor o vincular a otros involucrados, si se detectan responsabilidades penales.

En ese sentido, indica que la bebé, en los 10 días que estuvo bajo el cuidado del progenitor por el último feriado de Semana Santa, mantuvo contacto con la abuela paterna, Santa Isabel Suárez; y la actual conviviente del procesado, María Fernanda Pilla, contra quien la familia materna de la niña tiene serias sospechas de una posible coautoría.

Ambas mujeres están citadas a declarar en el transcurso de la presente semana, mientras que la reconstrucción de los hechos está fijada para el próximo 12 de abril.

Según la madre de Beltrán, una supuesta infección intestinal los obligó a trasladarla al hospital Abel Gilbert Pontón (del Suburbio), el 27 de marzo, pero allí la destinaron al hospital de niños Roberto Gilbert Elizalde, donde falleció.

El protocolo de  autopsia reveló que la pequeña Milca sufrió hemorragia cerebral y que tenía golpes en gran parte de su cuerpo. A eso, Beltrán solo respondió que la pequeña se resbaló al jugar en una piscina inflable, el 24 de marzo, pero que no fue algo grave. Sin embargo, Neira explica que no es posible que esa caída haya provocado dichas lesiones que, por sus características, se produjeron  antes del deceso.

“El padre de la niña está detenido porque él es el responsable de la niña mientras estuvo a su cargo, y hay indicios de responsabilidad penal en él en primera instancia, aunque no se descarta que esté encubriendo a alguien más”, indica.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Social media