La actividad de las nuevas notarías, conforme pasan los días, se vuelve más ágil, lo cual sorprendió gratamente a Carmen de Salgado, quien acudió a la Notaría Séptima, en el centro de Quito, para hacer un poder. “Pensé que habría más gente, colas y esas cosas, pero nada, me atendieron rápido, solo espero que el notario firme mi trámite”, señaló la mujer, que canceló $30,50 por el papel.

En la sala esperan sentadas otras 15 personas, a las que atienden conforme los 10 empleados van llenando los datos, según el tipo de trámite que requieran.

La afluencia de público es normal, señaló David Pinos, notario titular de esa dependencia, y que inició las funciones el 2 de enero al igual que los otros 295 seleccionados por el Consejo de la Judicatura luego de un largo proceso que incluyó la impugnación ciudadana, además de la aprobación de pruebas orales y escritas una vez que culminaron con el taller de capacitación que incluyó la explicación de las nuevas normas que regirán esta actividad.

El presidente del Consejo de la Judicatura, Gustavo Jalkh, afirmó que el nuevo reglamento contiene reglas específicas en favor de los usuarios, “este año inició de manera normal la atención con los nuevos funcionarios sin mayores contratiempos, hemos encontrado algunos casos donde las operaciones han significado cierta incomodidad, pero son muy puntuales”.

El funcionario explicó que por tal motivo se efectuó una capacitación el fin de semana pasado a los 514 notarios del país, que incluyó una agenda de trabajo muy intensa para trabajar en los correctivos de manera que el servicio notarial sea accesible, efectivo y ágil, incluso en temas de acceso físico de los usuarios, “de este modo garantizaremos que se respeten los derechos de ciertos grupos sociales exentos de tasas notariales, como las personas con discapacidad y que el servicio notarial se haga con los mejores estándares de calidad”.

Capacitación
En el taller los notarios recibieron una explicación sobre los mecanismos de remuneración de las notarías y notarios y cómo implementar la normativa para el cálculo del porcentaje que tienen que cancelar al Estado.

En este punto la norma señala que este pago no podrá ser trasladado de ninguna manera a los ciudadanos y se lo saca de acuerdo a las ganancias de cada notaría.

La tabla señala que el cálculo se realiza de las ganancias brutas de las dependencias, mensualmente de esta manera las notarías que ganen hasta 5 mil al mes no pagarán ningún monto al Estado; de 5 mil a 10 mil, el 5%; de 10 mil a 20 mil, 5% por los primeros 10 mil; de 20 mil a 30 mil, 10% por los primeros 20 mil; de 30 mil a 40 mil, 20% por los primeros 30 mil, y así sucesivamente hasta un máximo de 51% a las que superen los 60 mil dólares de ganancia al mes.

Además, Jalkh recordó que los notarios serán renovados cada 6 años bajo las mismas reglas a través de concursos públicos y pruebas rigurosas, incluido el curso obligatorio a los seleccionados en la Escuela de la Función Judicial. “Con esto se acabó con los notarios que hasta heredaban los cargos”, dijo.

Otro de los proyectos que impulsa la Judicatura es la creación del archivo notarial y su digitalización. El notario David Pinos indicó que fueron capacitados para iniciar el proceso por el cual cada notaría a nivel nacional tendrá que encargarse de digitalizar los archivos que tengan de hasta 5 años; el resto de información se enviará a la Judicatura, que compilará esos datos para el uso de los ciudadanos.

El director de la Escuela Judicial, Tomás Alvear, destacó que además dictarán seminarios periódicos para impulsar los proyectos que vaya desarrollando en este campo el Consejo de la Judicatura, como la constitución de compañías en línea o la estandarización de todos los protocolos notariales de los 65 tipos de trámites que hacen las notarías.