Ecuador registra 3.160 casos de maltrato a hombres en 10 meses
El color morado de su ojo, provocado por un golpe que le dio su mujer, fue objeto de burla de sus amigos de la universidad, de sus familiares y hasta de las personas que iban a comprar a su tienda, ubicada en el norte de Guayaquil.
Él no se avergonzaba, antes se mofaba diciendo que amaba más a su mujer por brava, pero que igual la denunciaría para que ya no lo vuelva a maltratar. Es más, tenía un álbum con fotografías impresas de cómo había quedado su rostro a pocos minutos de la agresión.
Saulo, (nombre protegido), de 45 años, contó que la mujer que lo agredió es su tercera conviviente y es casi 20 años menor que él. “Es celosa porque yo dejé a mi exesposa por estar con ella y piensa que le voy a hacer lo mismo”, contó.
De enero a octubre de 2014 en Ecuador se reportaron 3.160 casos de maltratos hacia hombres. En el Distrito Metropolitano de Guayaquil (Zona 8), que abarca los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, hubo 976 hechos; y en el Distrito Metropolitano de Quito fueron 784. De ahí las provincias con más de 100 sucesos registrados son Guayas (exceptuando la Zona 8), El Oro, Imbabura, Manabí.
En este tipo de casos hay una particularidad cuando son las mujeres que maltratan a los hombres, ya que ellos rara vez acuden a denunciar por vergüenza y por no querer mostrar debilidad, indicó María del Pilar Chiriboga, sicóloga clínica acreditada como perito en el Consejo de la Judicatura (CJ), integrante de la Asociación de Psicología Jurídica y Forense del Ecuador y directora encargada del Instituto de Criminología de la Universidad Central del Ecuador.
“Una de las cosas que más se evidencian es la dependencia a nivel emocional que tienen los hombres con sus parejas. Dentro del desarrollo de la personalidad de cada sujeto interviene mucho cómo fue su dinámica familiar, la imagen paterna o la relación materna. Hay muchos que fueron sobreprotegidos cuando niños o su padre estuvo ausente. Esto puede generar que sean inseguros y que dependan de una mujer para su estabilidad”, explicó.
La especialista sostuvo que cuando un hombre maltratado se decide a denunciar o pedir ayuda es porque llegó a un extremo, “por ejemplo, uno de los que les realicé peritajes había sido herido con un cuchillo”.
Chiriboga agregó que no solo son violentados físicamente, sino sicológicamente. “A muchos los tachan de inútiles, de que no hacen nada. La situación económica también es causa de los maltratos, cuando la mujer no recibe el dinero suficiente para satisfacer sus necesidades o no la acompañan a eventos sociales, empieza a agredir a su pareja”.
De acuerdo a los casos, manifestó que independientemente de que los afectados sean hombres o mujeres, el tratamiento debe ser específico en cada situación.
Franco Pitizaca, agente del Departamento de Violencia Intrafamiliar (Devif) de la Policía Judicial de la Zona 8, indicó que aunque el número de casos reportados por hombres es bajo, él ha notado un aumento, ya que trabaja en esa área desde hace 15 años. “Regularmente los daños al inicio son sicológicos y terminan en físicos. Los perjudicados se deciden a hablar para evitar que sus hijos sigan presenciando las agresiones, porque temen que les pase lo mismo al pensar que es normal”, sostuvo.
Añadió que alguno de los casos se generan luego de que las mujeres han sido víctimas de maltratos. Una coordinadora de la Unidad de Violencia Intrafamiliar del Consejo de la Judicatura señaló que tanto en la violencia contra la mujer u hombres se aplica el mismo protocolo de gestión judicial de casos de violencia contra miembros del núcleo familiar.