Los tres últimos canes entrenados ‘Jonathan’, ‘Luna’ y ‘Terminator’, de los 10 que efectuaron por 5 años controles junto con la Unidad de Policía del Medio Ambiente (UPMA), para evitar el comercio ilegal de vida silvestre en las islas Galápagos, se retiraron la semana pasada y fueron entregados a la organización mundial Sea Shepherd.  

Desde el 2008 la entidad internacional ejecutó un convenio con el Ministerio del Interior para la creación de la Unidad Canina de Vida Silvestre de la Policía Nacional en Galápagos, para lo cual gestionó la entrega de los primeros 10 canes que vinieron de Colombia.  

Los perros detectaban el contrabando de aletas de tiburón, tortugas e iguanas terrestres y marinas, así como caballos y pepinos de mar en las islas Santa Cruz, San Cristóbal e Isabela de la región Insular.

Manuel Zambrano, comandante de la UPMA, afirmó que la unidad tiene 14 años de trabajo y que cuenta con 250 policías capacitados en delitos ambientales. Para continuar con la labor, Sea Shepherd colaboró en  la compra de 4 canes nuevos de Holanda, los que se encuentran en cuarentena desde el 4 de diciembre en el CRAC en Quito. Tendrán 5 semanas de preparación y, posteriormente, serán trasladados a las islas.