Las ilusiones de obtener una nueva medalla olímpica, o al menos ver cruzar la meta a su amigo y compañero Andrés Chocho, se derrumbaron ayer no solo en la Escuela de Marcha de Cuenca sino en el país, cuando el atleta azuayo recibió la tercera amonestación y tuvo que retirarse de la prueba.   

Más de 30 deportistas que practican este deporte en el parque de La Madre, madrugaron para hacer fuerza a la distancia por Andrés. Aunque la televisión nacional no emitió toda la competencia, al menos se contentaban viendo, de rato en rato, la transmisión de la prueba de 50 kilómetros.   

Teresa Ullaguary no quiso perderse ningún detalle, tenía muchas esperanzas de que el andarín cuencano haga una buena competencia. Sus ojos no se despegaban del televisor que fue trasladado hasta la parte baja de la escuela, ya que el espacio en donde generalmente se reúnen los deportistas no daba cabida a los espectadores.

Cuando el narrador señalaba que Chocho iba en el pelotón principal, la alegría se dibujaba en el rostro de  los jóvenes deportistas, quienes todos los días se concentran en este sitio para entrenar bajo el mando de Luis Chocho, padre de Andrés, y de Juan, tío del deportista.  

“Vamos, vamos”, decía su tío, mientras veía cómo Andrés mantenía su tranco en la competencia. “Hasta el momento está cumpliendo con el trabajo que se ha realizado, esperemos que el calor no afecte”, señaló en ese momento. Cuando pasó el kilómetro 25, las esperanzas crecían más, pero una interrupción en la transmisión dejó inquietos a los seguidores. Al regreso se indicó que ya tenía dos amonestaciones, los jóvenes se vieron las caras, como preguntándose: ¿y ahora qué va a pasar?

La competencia no se detenía, tampoco la preocupación de los admiradores. La señal de la televisión  nacional era interrumpida a cada momento y después de uno de esos cortes mostraron la imagen del marchista fuera de la pista. Los abrazos y casi lágrimas se juntaron en ese instante. Las ilusiones de una medalla se habían escapado. Chocho estaba descalificado.   

Para su tío y también entrenador, quizás pesó el aspecto psicológico. “Su abuelita, y que para él fue su madre, falleció hace un mes, justo cuando él se despedía, antes de emprender viaje a los Juegos Olímpicos”, dijo, pero también señaló que tras su retorno habrá que hacer una evaluación de su participación y, sobre todo, del trabajo con el técnico español José Marín.

A un costado de la sala estaba Camila Peñafiel, también deportista, quien indicó que las expectativas eran grandes. “Él es humilde y respetuoso, debía seguir”, puntualizó.

El entrenador de atletismo, Santiago Supliguicha, manifestó que se necesita trabajar de manera más coherente. “Si bien es cierto Andrés ha tenido un gran desempeño en 2015, el país no debe verlo como único referente de la marcha ecuatoriana”. Agregó que hay que ser realistas, “mejorar técnicas y, por qué no, realizar un chequeo general de la morfología y estructura  anatomofisiológica”. (I)

González gana el primer metal de una marchista latina en la historia olímpica

La mexicana María Guadalupe González ganó ayer la medalla de plata en los 20 km marcha de los Juegos Olímpicos de Río-2016, el primer metal de una mujer latinoamericana en la disciplina en la historia olímpica. El oro se lo llevó la china Liu Hong (1h28:35), que rebasó a la mexicana (1h28:37) en la última recta cuando las dos llegaban en cabeza, mientras que el bronce fue para otra china, Lu Xiuzhi (1h28:42).    

Es la primera atleta mexicana en sumar una presea olímpica en la marcha y la segunda en atletismo después de Ana Gabriel Guevara.

González, campeona del mundo en mayo en Roma, estuvo al frente de la competencia en todo momento a la par de las marchistas de China que siempre le metieron presión.

‘Lupita’, como la llaman en México, cruzó la meta dos segundos después que Hong Liu. En tercer lugar quedó Xiuzhi Lu también de China.  

En ningún momento de la competencia González estuvo detrás por más de un segundo, ya que la mayoría de las marcas en cada dos kilómetros de competencia registró el mismo tiempo que sus rivales.

Desde 2000, México no lograba una medalla en la marcha cuando subieron al podio Noé Hernández y Joel Sánchez.

Paola Pérez fue la mejor ubicada entre las tres ecuatorianas que estuvieron en la prueba. Ella llegó en el puesto 24, mientras que Magaly Bonilla se ubicó en el lugar 27 y Maritza Guamán en el 36. (I)