El guayaquileño se movió al ritmo de hip hop antes del combate
Carlos Mina impuso su ritmo
Inquietud, picardía, temperamento fuerte y una dosis de agresividad son las cualidades del boxeador Carlos Mina, quien desde los 12 años se dedicó a esta práctica deportiva. En su niñez se trepaba a los buses para cantar y ganar algo de dinero para ayudar a su familia.
Paralelo al boxeo, Carlos desarrolló su gusto por el hip hop, emprendiendo como cantante, faceta que comparte entre el gimnasio, el cuadrilátero y los ensayos musicales.
Ayer, lo que hizo el púgil guayaquileño fue bailar, antes de debutar con una victoria en el boxeo de los Juegos Olímpicos de Río.
Mina, de 23 años, se impuso al alemán Serge Michel por decisión unánime en 3 asaltos (3-0) para avanzar a los octavos de final en la categoría de los 81 kilogramos. Se enfrentará en la siguiente instancia al irlandés Joseph Ward, quien es campeón europeo y submonarca mundial de Doha 2015.
Jeanthes Space (nombre artístico de Carlos Mina) fue un espectáculo desde que ingresó a la arena, bailando al son de la música y saludando al público que no dejó de corear su nombre.
Desde el primer segundo del combate Mina se le fue encima a Michel con una seguidilla de golpes. El alemán fue cauteloso y se dedicó a defenderse y esperar una chance para lastimar a Mina.
El ecuatoriano impuso el ritmo del combate con un ataque constante, y trabajó muy bien con jab y su derecha recta al rostro del germano. Solo tuvo un momento difícil en el segundo asalto, cuando abandonó su plan y fue al intercambio, resbaló y cayó a la lona, pero en el tercero regresó a su pelea desde afuera y logró conservar la ventaja. Los 3 jueces le dieron la victoria con idénticas tarjetas de 29-28.
“Entré a dejarlo todo en el ring; a entregarme de corazón”, dijo Mina, quien participa en sus primeros olímpicos. “Comencé motivado, el público entero me apoyó, y la música suena genial”.
El showman busca el sueño de darle al país la primera medalla en la historia del boxeo de los Juegos Olímpicos.
Con 1,92 metros de estatura y gran movilidad para su peso, el boxeador nacional impone respeto ante sus contrincantes. El ídolo de Mina es el exboxeador Muhammad Alí, con el cual se identifica y quiere emular los golpes que el estadounidense le daba a sus contrincantes.
Su camino luce un poco espinoso al tener en el mismo lado de la llave al irlandés Joseph Ward, su segundo rival, y al cubano Julio La Cruz, plata y oro respectivos del pasado Mundial. (I)