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El Telégrafo
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La cuarta víctima del atentado en Mataje fue sepultada en Esmeraldas

Una bandera tricolor cubrió el féretro de Wilmer Álvarez y los marinos rindieron los honores de rigor.
Una bandera tricolor cubrió el féretro de Wilmer Álvarez y los marinos rindieron los honores de rigor.
Foto: Álvaro Pérez / El Telégrafo
07 de abril de 2018 - 22:24 - Redacción Actualidad

En el barrio la Isla todos conocían al cabo de la Marina Wilmer Álvarez Pimentel y ahora lloraron su partida. Él fue la cuarta víctima del atentado terrorista en Mataje, en la frontera con Colombia.

El pasado 20 de marzo, Álvarez y su patrulla de Infantes de Marina realizaban un control por la parroquia cuando fueron alcanzados por la detonación de una bomba casera.

Tres marinos murieron en el momento, Luis Alfredo Mosquera, Jairon Sandoval y Sergio Jordan Cedeño. Mientras que Álvarez se aferró a la vida.

Las esquirlas afectaron gravemente sus piernas, por lo que fue trasladado de emergencia al Hospital Militar en Quito, donde permaneció durante 15 días, tiempo en el que fue operado y, según la familia, se recuperaba. Sin embargo, el jueves pasado falleció.

Sus compañeros de la Armada lo despidieron como héroe. Una bandera tricolor cubría su féretro y los marinos rindieron los honores de rigor con sus uniformes de gala, blancos e impecables.

Álvarez dejó en la orfandad cuatro niños, la mayor de sus hijas tiene 13 años y el más pequeño apenas tres.

“Mi hijo siempre quiso ser militar, por favor no se olviden de la familia que deja”, recalcó Washington Nazareno, padre de crianza del infante de Marina.

El sepelio se cumplió pasadas las 17:00 en el camposanto Jardines de la Paz.

En el sitio hubo más de 100 personas, entre familiares, amigos y vecinos del militar. También estuvieron presentes sus colegas de la Armada, quienes llevaron el féretro en los hombros.

El traslado del féretro del militar se realizó el pasado viernes desde el Hospital Militar de la capital, donde le amputaron las piernas por las graves heridas que dejó el artefacto explosivo.

Una vez que los restos del cabo Álvarez llegaron a Esmeraldas se efectuó la ceremonia de honores militares en la pista de aterrizaje. (I)

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