En 2 años y medio, la Policía registró el robo de 13.271 carros
La adulteración de series de motor, chasis y documentos siguen siendo un dolor de cabeza para las autoridades y las víctimas del robo de vehículos en Ecuador.
El último 12 de julio, la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) de la Policía Judicial desarticuló una red de robacarros que operaba en Guayas, Manabí, Los Ríos, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
Los allanamientos realizados permitieron la captura de 25 sospechosos, entre ellos Dagoberto G., líder de la banda.
La organización de malhechores no solo robaba carros sino que también cometía otros delitos, como extorsión, falsificación de documentos, ocultación de objetos de dudosa procedencia y tenencia de sustancias sujetas a fiscalización.
El chofer de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) de Guayaquil, Miguel Ángel D.V., fue detenido. En su poder se encontraron placas de automotores robados, matrículas falsas y sellos de la institución.
La investigación, de 2 meses y medio, permitió determinar que la banda delictiva se sustraía 5 vehículos semanales, muchos de los cuales eran matriculados con documentos falsos en el principal puerto del país.
Andrés Roche, gerente de la ATM, a través de un comunicado, pidió a la Policía que la investigación se extienda a todo el personal de la empresa que mantiene la concesión del área de matriculación del ente rector del tránsito en la ciudad.
La sustracción de vehículos, según la Policía Judicial, está ubicada entre los 3 delitos que causan mayor conmoción social por el perjuicio económico y las secuelas psicológicas que causan a las víctimas.
El coronel Ramiro Ortega, jefe nacional de la Policía Judicial, califica al robo de automotores y motocicletas como un delito urbano que se concentra en las grandes ciudades y que tiene características transnacionales.
“Por nuestro trabajo hemos comprobado que muchos de los vehículos sustraídos y sus accesorios son vendidos en Colombia y Perú por organizaciones criminales y delincuentes comunes”.
Cadena de delitos
El análisis del investigador de la Policía va más allá y menciona que después de la acción delictiva (robo del carro) se dan otros 4 delitos, como la receptación, adulteración (chasis, motor y documentos), comercialización y lavado de activos.
Cabe destacar que entre el 1 de enero de 2015 hasta el 16 de julio de 2017, la Policía Judicial ha reportado el robo de 13.271 automotores y se recuperaron 2.363. Además, se sustrajeron 15.966 motos y se recobraron 1.032, solo en 2015 y 2016.
Las estadísticas muestran que en los 2 últimos años los delincuentes se llevaron 26.336 partes y accesorios de vehículos, los cuales tienen su mercado ilegal, mayoritariamente, en ciudades grandes como Quito y Guayaquil. Ahí existen zonas de comercialización de objetos robados denominadas cachinerías, las cuales nunca se han podido erradicar.
El coronel Ortega revela también que la mayoría de los robos de vehículos ocurre en calles, vías o parqueaderos privados y públicos, cuando están estacionados. Según el jefe policial, en 62% el delincuente viola las seguridades de los carros; el 35% asalta a las víctimas en un semáforo o sitios oscuros y el 3% utiliza drogas.
“En este caso usan una llave maestra denominada ‘bella’, la cual abre todo tipo de cerraduras”, refiere el mayor Marco Vallejo Pilco, jefe de la Unidad de Automotores de la Policía Judicial de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). En los distritos Pascuales y 9 de Octubre, de la urbe porteña, es donde más robos de automotores se registran por estruche o asalto.
Según Vallejo, estos carros son adulterados, ‘clonados’ o ‘gemelados’. Estos últimos términos se usan policialmente para identificar a los automotores que circulan con la misma documentación, color e igual serie de chasis y motor.
“Durante las investigaciones observamos cómo las series han sido adulteradas, lo cual con el procedimiento de revenido químico logramos restaurar las siglas y números originalmente grabados sobre el block del motor o chasis”.
El análisis de las denuncias también pone al descubierto que las bandas delictivas prefieren automotores ensamblados en el país y de las marcas Chevrolet, Mazda, Hyundai, Nissan y Toyota, preferentemente que hayan sido fabricados desde 2010 en adelante.
Ortega manifiesta que “todo esto se da para facilitar la falsificación de documentos y la adulteración de las series de chasis y motor”.
El hampa usa documentos y partes de carros siniestrados
En la Unidad de Retención Vehicular de la Policía Judicial de Guayaquil, hasta el 19 de julio permanecían 2.500 motos y 1.112 carros recuperados desde 2014. Foto:
Fabrizzio Obando Laaz / El Telégrafo
El oficial de la Policía menciona que los hampones roban carros para sacar sus partes e intercambiarlas con automotores siniestrados, que son adquiridos en los remates de las compañías de seguros con toda la documentación en regla.
A la fiscal Azucena Camatón Borbor, miembro de la Unidad de Delitos contra Autores y Cómplices de la provincia del Guayas (UDAC), le preocupa esta situación y propone una reforma legal para impedir que las aseguradoras vendan los vehículos siniestrados.
Camatón dice que las redes de ladrones de vehículos no solo intercambian las partes de los carros robados y siniestrados, sino que también usan la documentación que se les entrega para legalizar su ilícita actividad y así burlar a la Policía y a la justicia.
“Cuando un vehículo es declarado siniestrado como pérdida total, no pierde su identidad, sigue existiendo, sigue conservando sus documentos y una vez que la aseguradora cumple con el pago del seguro al cliente, lo saca a remate, al cual muchas veces no acude el ciudadano común, sino las personas que de una u otra manera han obtenido un carro ilegal”.
Según la fiscal, lo que deben hacer las compañías aseguradoras es dar de baja a ese vehículo ante la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para que no pueda ser comercializado y sea chatarrizado.
“Eso limitará el accionar de las bandas de robacarros porque ya no se podrá hacer uso de la documentación del vehículo ni de sus partes”.
Subastas y ventas son legales
Ante aquello, María Esther Poveda Abad, asesora de seguros, sostiene que la venta de vehículos siniestrados, que están en el rango de pérdida total, son legales. “Realmente las compañías de seguros venden los vehículos siniestrados bajo el rango de pérdida total a otras empresas calificadas que participan en subastas, no son personas naturales. Ahora, de ahí en adelante, los controles deberían ir hacia los compradores”.
Añade que si los carros siniestrados fueran vendidos a cualquier persona, las aseguradoras se convertirían en cómplices de lo que pasará después y se verían inmersas en posibles sanciones.
Poveda, quien labora para la compañía de seguros Macrobrok S.A., explica que la Superintendencia de Compañías de Ecuador, cada cierto tiempo, realiza una inspección a las aseguradoras para verificar el cumplimiento de la ley y de las normas que las rigen, “entre ellas se verifica qué se hizo con los automotores siniestrados”.
Víctima perdió su auto en Guayaquil y la Policía lo halló en El Guabo, El Oro
La noche del 23 de septiembre de 2016, 3 individuos asaltaron al ciudadano César L. y lo despojaron de un auto Chevrolet Aveo Emotion, color dorado, de placa GSQ-3311, de propiedad del ciudadano Gabriel Alejandro L.B. Tres meses después, en diciembre, el carro fue recuperado y entregado a su dueño, pero el proceso de desbloqueo tardó 7 meses más, tiempo durante el cual el perjudicado demostró a la Fiscalía y a la Policía que el auto sí le pertenecía. Previamente, Criminalística determinó que las series de chasis y motor habían sido adulteradas y la placa del carro cambiada. Ante esta situación, la compañía ensambladora del automotor, ante una solicitud de la Fiscalía, certificó la verdadera numeración del vehículo que circuló con la placa PCK-1195. (I)
En la Unidad de Retención Vehicular de la Policía Judicial de Guayaquil, hasta el 19 de julio permanecían 2.500 motos y 1.112 carros recuperados desde 2014.
Recomendaciones
Para evitar el robo de los automotores al conducir, el experto en seguridad John Garaycoa recomienda a los ciudadanos no usar la misma ruta para trasladarse a su domicilio o trabajo, no bajar los vidrios al detenerse en un semáforo o ante alguien que se acerca a preguntarle algo y no mantener objetos de valor a la vista en asientos o en el tablero.
Asimismo, si el carro no está en movimiento, Garaycoa aconseja mantener el control de las seguridades de las puertas y ventanas, activar el freno de mano si lo deja estacionado, instalar una alarma, un seguro de volante, láminas de seguridad para vidrios y dispositivos para bloquear el paso de combustible y energía.
El especialista resalta que es muy importante también que siempre se deje el carro en zonas seguras, donde haya vigilantes acreditados por la Policía y no olvidar desmontar radios, pantallas y antenas.
Además, la Policía, en su manual de prevención de robos, sugiere a los conductores que al llegar a sus viviendas no dejen el automotor prendido ni las llaves colocadas en el arranque.
Garaycoa recomienda que si se deja el carro en la calle, se debe identificar al guardia o a quien se queda supuestamente vigilando.
El experto añade que, para evitar el robo de accesorios, los dueños no deben priorizar la estética del automotor, sino usar remaches en los espejos retrovisores y tuercas de seguridad para las llantas.
Tips de seguridad
- Nunca acepte estacionar su vehículo en sitios donde le exigen dejar las llaves.
- Si parquea frente a su casa, observe el entorno y asegúrese de que no hayan personas extrañas.
- Nunca deje los vidrios de las ventanas sin subirlos completamente.
- Instale un Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés).
- Si nota que es perseguido, frene y deje pasar al otro vehículo sospechoso. (I)