1.461 casos de bullying o acoso escolar en 4 años en Ecuador
“... Ya no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir… Les echaré de menos y espero que un día podamos volver a vernos en el cielo. Bueno, me despido para siempre. Firma: Diego”.
Lo citado textualmente es un fragmento de la conmovedora carta que dejó un niño madrileño de 11 años, quien decidió suicidarse porque no soportó más el constante acoso escolar en la institución donde se formaba. El hecho ocurrió en enero de 2016.
Este caso no está lejos de la realidad que afrontan niños, niñas y adolescentes en el país. Según el informe “Una mirada en profundidad al acoso escolar en Ecuador”, realizado en 2015 por el Ministerio de Educación, Unicef y Visión Mundial, de una muestra de 5.511 casos en 126 instituciones educativas, se estableció que alrededor del 60% de alumnos en algún momento de su etapa estudiantil han sido víctimas de violencia de sus compañeros.
Según ese estudio, 2 de cada 10 estudiantes entre los 11 y 18 años han sufrido acoso escolar. Mientras, cerca del 25% sufrió algún tipo de bullying más de tres veces en el último quimestre. Entre las principales formas empleadas de violencia están las de carácter verbal, física y psicológica.
Situación en Ecuador
Según cifras del Ministerio de Educación, desde 2014 hasta el 28 de mayo de 2018, es decir en 4 años, contabilizan 1.461 casos de acoso escolar en el país.
María Fernanda Porras, subsecretaria para la Innovación Educativa y el Buen Vivir, del Ministerio de Educación, resaltó que se debe prestar atención a la situación de violencia que se genera entre estudiantes, porque es un problema grave que afecta a gran parte de niños, niñas y adolescentes.
Uno de los casos más recientes ocurrido en el país fue el de Brittany, niña de 11 años quien murió en mayo pasado en Guayaquil a causa de los golpes que recibió de sus compañeros de escuela.
Otro caso que indaga la Fiscalía es el de un menor de 13 años que se habría suicidado al no soportar el maltrato físico del que era objeto por parte de sus compañeros.
El acoso escolar es un fenómeno que -según dicen las autoridades y los expertos- no distingue sexo, etnia, clase social o condición geográfica.
Según datos del Ministerio de Educación, el 48,8% de mujeres sufren de bullying frente al 48,7% de hombres, siendo entre los 10 y 14 años las edades donde más se concentran esos abusos.
Acoso escolar desde las redes
“María” contó que el anterior año escolar su hija de 13 años fue víctima de ciberbullying. “Vino un día llorando a casa y dijo que había compañeros y compañeras que señalaban a ella y a otras alumnas del aula que se habían tomado fotos semidesnudas”.
Comenzaron a circular por redes sociales y mensajes telefónicos fotos de niñas tomadas del cuello hacia abajo, sin rostro. “No eran nuestras hijas, pero sin embargo la mía no sabía qué hacer y quería cambiarse a otro establecimiento educativo. Decía que mucha gente empezó a señalarlas, a reírse de ellas”.
Christian Espinosa, director de Cobertura Digital, empresa experta en redes sociales, afirmó que uno de los problemas del ciberbullying son los rumores. “Se plantean como si fueran ciertos, dejando a la persona afectada expuesta por información que en la mayoría de ocasiones es falsa o sin confirmar”.
Según el Centro de Programas Educativos, Psicología y Salud (Proeps), en el año lectivo 2016-2017, de 2.876 estudiantes, el 65% fue víctima de acoso escolar. De ese total, de 1.286 estudiantes mujeres, 707 sufrieron bullying (55%), mientras que de 1.590 varones, 1.113 (70%) también fueron víctimas.
Para Nicolás Reyes, secretario técnico del Consejo para la Igualdad Intergeneracional, el acoso escolar daña la autoestima e identidad de los niños y niñas. “Va todos los días a la escuela y todos los días es acosado, insultado y maltratado, le golpean. Sus mecanismos de aprendizaje obviamente se bloquean”.
Cree que el problema del bullying estaría ligado al incremento de suicidios. “Llega a ser ahora la primera causa de muerte entre los adolescentes. En algún momento fue el tema de los accidentes de tránsito, pero ahora es el tema del suicidio”.
Señaló que estudios demuestran que niños y niñas tienden a colocarse en situaciones de peligro. “Ha habido casos de suicidio en donde luego se revisa y se ve que son por causas generalmente vinculadas a temas del bullying en el sistema educativo”.
En Ecuador no es posible tener una cifra real de este fenómeno, pues por el tabú que existe dentro del mismo círculo familiar no se lo habla de manera directa. Ese es el desafío, concluyó Reyes. (I)
Síntomas
Variaciones en el carácter
Cambios en el carácter del niño, niña o adolescente, demasiado tímido, más silencioso o presentar conductas agresivas.
Se vuelven solitarios
Quiere estar solo, come poco y no tiene mucho apetito; quiere dormir toda la tarde, no quiere salir de su habitación.
Trastornos de sueño
Quienes sufren de bullying tienen un sueño inquieto o no pueden dormir.
Se niega a ir a clases
Si no se siente bien o rechaza ir al centro educativo es porque está sufriendo acoso.
En la institución se aíslan
La víctima se automargina del grupo, se muestra temerosa, no logra interactuar con sus compañeros o compañeras.
Niños dibujan la agresión
Los niños y niñas que sufren de acoso escolar plasman en sus dibujos casos de agresión, de violencia.
Bajo rendimiento escolar
No atiende en clase porque tiene otras preocupaciones, como defenderse de sus compañeros que lo molestan o golpean.
Se debe investigar la causa
No sancionar, reclamar o criticar una actitud negativa de un niño. Si hay un mal comportamiento, averiguar el motivo.
Se debe Informar a tiempo
Los padres deben acudir a la institución educativa para que el DECE identifique los casos de agresión y cortarlos de raíz. (I)
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El Ministerio de Educación creará Equipo Antiviolencia
La lucha contra el acoso escolar en las escuelas y colegios del país se inició el 21 de junio pasado tras la presentación de la campaña “Más conciencia, menos violencia. Basta de bullying”.
La propuesta del Ministerio de Educación consiste en la creación de un Equipo Antiviolencia, en el que participarán autoridades de cada plantel, docentes, estudiantes, el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) y los padres de familia.
Se trata de un trabajo en conjunto, el equipo podrá intervenir y denunciar todo tipo de agresión que se presente en las instituciones educativas. Con esto se pretende lograr espacios educativos libres de violencia.
Gisela Echeverría, edocomunicadora y quien lleva adelante un proyecto denominado “Aulas de Paz”, dijo que es necesario formar legiones de maestros, psicólogos y educadores. “No tenemos que seguir tratando de combatir la violencia, se trata de ir hacia la construcción de una cultura de paz, construir relaciones basadas en el respeto, que es la clave para tener una relación sana. No estoy contra la violencia, estoy a favor de la paz, que es diferente”.
Manifestó que es necesario que los padres eduquen a los hijos para la prevención, para que no sean víctimas de bullying, pero también es importante educar para que no sean los agresores. (I)