Violencia comunitaria produce el 54% de muertes en Ecuador
Mariana tenía 52 años y el último día de 2017 fue hallada sin vida con una herida cortante en el cuello. El cuerpo estaba sobre una cama en la casa donde vivía, en la Coop. La Esperanza, junto a la Martha de Roldós, en el norte de Guayaquil.
Ella es una de las 957 personas que murieron violentamente el año pasado. En esos 12 meses hubo tres casos menos en comparación con 2016 cuando se reportaron 960 eventos, según cifras de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Secuestros, Extorsiones y Desapariciones de Personas (Dinased).
¿Pero cuáles fueron las principales motivaciones de los crímenes? A nivel nacional el mayor número de casos, es decir 543, se perpetraron por violencia interpersonal: comunitaria (384), intrafamiliar (154) y en menores cantidades sexual (3) y por sicopatologías (2).
La violencia criminal (delincuencia común o transnacional) produjo 414 eventos. Angelo Bautista fue una víctima de este tipo de violencia. Él conversaba en un parque de la Isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, cuando dos hombres se le acercaron caminando, sacaron sus armas y le dispararon.
Los familiares del fallecido y habitantes del barrio, la cooperativa Las Mercedes, revelaron que hay una banda que quiere apoderarse del territorio para microtráfico y por eso le dispararon al joven que tenía 19 años.
Ramiro Mantilla, comandante general de la Policía Nacional, informó ayer que hasta 2021 proyectan reducir la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes a 5,2. El promedio actual es de 5,8. Además fortalecerán la presencia policial en las zonas donde se registraron más homicidios.
“Queremos disminuir las muertes por riñas, que tiene como detonante el consumo de licor y otras drogas. Los ciudadanos liban en la vía pública, empiezan a discutir y uno víctima al otro. Este tipo de violencia comunitaria o social es la que ocasiona el 54% de muertes violentas, la criminal el 46%”.
Los 957 casos en total se dividen por tipo de delitos contra la inviolabilidad de la vida, establecidos en el Código Orgánico Integral Penal (COIP). Durante 2017 hubo 708 asesinatos, que es cuando una persona mata a otra planificadamente.
También se reportaron 108 femicidios, cuando una mujer es asesinada por relaciones de poder o por violencia de género. Se contabilizan además 137 homicidios (muerte no planificada o por inobservancia de un deber objetivo de cuidado) y cuatro sicariatos: cuando una persona le quita la vida a otra por un precio.
Aunque el total de muertes es menor entre 2017 y 2016, los femicidios aumentaron. El año pasado hubo 108 y el antepasado, 69.
“No descansaremos en nuestro compromiso de luchar contra el femicidio”, enfatizó ayer César Navas, ministro del Interior, al anunciar la captura de Juan Ch.
Él es sospechoso de la muerte de Sandra Z., su pareja, quien tenía 24 años y fue apuñalada dentro de su casa en la parroquia Turi (Cuenca), el 20 de diciembre.
Marcelo Tobar, comandante de la Zona 8 de Policía, (Guayaquil, Durán y Samborondón), indicó que se trabaja en disminuir todos los delitos. “Aquí tuvimos 19 muertes violentas menos. Es la jurisdicción que más casos disminuye en el país, pese a ser una ciudad conflictiva”.
César Suárez, fiscal de Manta, manifestó que en esa ciudad ocurrieron 27 crímenes y la mayoría se relacionaba con narco y microtráfico, robo y problemas sentimentales. (I)
La Fiscalía busca a asesino de embarazada
El crimen de Irene Peralta Cárdenas, de 30 años, embarazada de tres meses, se constituyó en el primer femicidio de este año. El hecho se registró a las 18:00 del miércoles último en su domicilio, ubicado en el sector Potrerillos, de la parroquia San Vicente, cantón El Pan, en Azuay.
Según los familiares de la víctima, el brutal asesinato se cometió delante de los tres hijos de la pareja, quienes tienen 5, 8 y 12 años de edad.
Santiago Villa, tío de la víctima, indicó que ella laboraba hace seis meses en el Consejo de Protección de Derechos del Municipio y ese día llegaba del trabajo a su hogar, donde la esperaban su esposo y sus hijos. En un momento hubo una discusión entre la pareja, el hombre perdió la cordura, tomó un cuchillo y le ocasionó heridas en su cuerpo, sin considerar que estaba embarazada.
Según testigos, luego del ataque con el arma blanca, la mujer salió al patio de la vivienda y también sus hijos que lloraban desesperados al ver que ella se desvanecía. Los menores revelaron que su padre les brindó café, al que le puso una sustancia y por eso no tomaron. El fiscal Adrián Rojas comenzó una investigación por femicidio y emprendió la búsqueda del agresor. (I)