La UNESCO añadió 66 nuevas tradiciones a su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial
Cada año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) actualiza su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que tiene como objetivo conservar prácticas culturales que representan la identidad de diversas comunidades en el mundo.
En 2024, la UNESCO añadió 66 tradiciones nuevas a su lista, lo que refleja la riqueza cultural que aún persiste en el mundo.
Entre las nuevas tradiciones se encuentran rituales ancestrales, técnicas artesanales y expresiones artísticas transmitidas a lo largo de generaciones. Estas prácticas no solo son esenciales para las identidades locales, sino que también simbolizan la resistencia cultural frente al riesgo de desaparición.
Conoce las nuevas tradiciones incorporadas en distintos continentes
Asia: arte y rituales con raíces culturales
Una de las incorporaciones más destacadas es la tradición del sake en Japón. Esta práctica abarca conocimientos y habilidades en la fabricación de esta emblemática bebida, que trasciende su consumo al desempeñar un papel fundamental en ceremonias y celebraciones culturales. Su preparación, basada en el arroz fermentado y el uso del hongo koji, refleja siglos de tradición que ahora serán protegidos para las futuras generaciones.
También se incluyó el arte del teatro Reog Ponorogo de Indonesia, una danza tradicional que combina máscaras, música y coreografías para narrar una lucha mítica entre el bien y el mal. Aunque esta expresión artística ha sido transmitida de generación en generación, enfrenta el riesgo de desaparición, lo que motivó su inclusión en la categoría de Patrimonio en Peligro.
Europa: artesanía y celebraciones medievales
En Europa, la UNESCO ha reconocido las ferias medievales de Francia y Bélgica, una práctica que data de la Edad Media. Estos festivales incluyen música, juegos y danzas tradicionales que fortalecen la cohesión social y mantienen viva la herencia cultural de estas regiones.
Asimismo, se ha inscrito el arte de los techadores de zinc de París, una técnica que combina habilidad manual y estética. Este oficio es esencial para preservar los icónicos tejados parisinos, que forman parte del paisaje arquitectónico de la ciudad.
Medio Oriente y África del Norte: prácticas rituales y artísticas
El arte del henna y los rituales asociados, practicados en comunidades árabes y africanas, han sido reconocidos como patrimonio inmaterial. Este arte tradicional no solo tiene un valor estético, sino que también es un símbolo de espiritualidad y protección en eventos sociales y ceremoniales.
En Botsuana, el ritual de lluvia Wosana también ha sido incluido en la lista. Esta práctica, que conecta la espiritualidad con la supervivencia en un entorno árido, muestra el conocimiento indígena sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza.
América Latina: música y tradiciones ancestrales
En Paraguay, la Guarania, un género musical característico del país, ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial. Este estilo, que mezcla influencias indígenas y europeas, es una expresión de la identidad y memoria histórica del pueblo paraguayo.
Por otro lado, en Palestina, el proceso artesanal de fabricación del jabón Nabulsi ha sido incluido en la lista. Este jabón, elaborado con aceite de oliva, representa siglos de tradición y la resistencia cultural de la región.
Con estas 66 nuevas tradiciones, la UNESCO busca fomentar el respeto por la diversidad cultural, garantizar la transmisión de conocimientos ancestrales y promover el diálogo intercultural en un mundo cada vez más globalizado.