Israel anunció que su ataque aéreo de hoy viernes en Beirut mató al alto oficial de Hezbolá, Ibrahim Akil, de acuerdo con un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Las FDI describieron a Akil como el jefe de las operaciones militares de Hizbulá y comandante interino de la fuerza de élite Radwan. Hezbolá aún no ha confirmado el informe.

Hezbolá lanzó hoy viernes más de 100 cohetes contra más de 30 asentamientos en Galilea Occidental y una base de inteligencia clave en el norte de Israel, en represalia por un ataque aéreo israelí en un suburbio del sur de Beirut que dejó al menos ocho personas muertas y a otras 59 heridas, informó la Agencia Nacional de Noticias de Líbano.

El ataque israelí fue dirigido contra un edificio en la zona de Jamous de Dahieh, un suburbio de Beirut. Los equipos de rescate están retirando escombros para encontrar víctimas, señaló el Ministerio de Salud libanés.

Imágenes de la televisión local mostraron grandes daños y caos en el barrio densamente poblado. Medios de comunicación libaneses informaron que el objetivo del ataque era Ibrahim Akil, miembro del Consejo de la Yihad de Hezbolá. La radio del ejército israelí, que citó a oficiales de seguridad, apoyó esta afirmación.

Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron el ataque de Beirut en un breve comunicado.

Esta mañana, el ejército israelí dijo que se dispararon unos 120 proyectiles desde Líbano hacia el norte de Israel, lo que activó las alarmas en los Altos del Golán, Safed y Alta Galilea, ocupados por Israel. Algunos fueron interceptados y los restos provocaron incendios. No se han reportado heridos en Israel.

Fuentes militares libanesas informaron que los ataques aéreos israelíes dieron contra seis lugares del sur de Líbano, mientras que la artillería bombardeó 11 localidades fronterizas esta mañana.

La tensión a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano ha escalado considerablemente luego de dos explosiones de dispositivos de comunicación en Líbano a principios de esta semana que causaron 37 muertos y 2.931 heridos.

El Gobierno libanés condenó las explosiones y las calificó como una violación a la soberanía y solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hezbolá culpó a Israel de atacar sus unidades y prometió represalias.

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