La semana negra de la FIFA continúa con las declaraciones del vicepresidente Jack Warner, también bajo sospecha, que prometió nuevas revelaciones que sacudirán a la federación internacional, en las investigaciones sobre presunta corrupción en el organismo como preludio de las elecciones presidenciales del 1 de junio.

“Voy a decir algo en los próximos días, verán un ‘tsunami’ en el mundo del fútbol que alcanzará a la FIFA y les va a conmocionar”, dijo Warner durante su visita a Trinidad y Tobago.

El caso se centra en una reunión del 10 y 11 de mayo en la Confederación Caribeña de Fútbol (CFU) en la que estuvo Bin Hamam, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y Warner, titular de la CONCACAF, y en la que se habrían pagado sobornos.

El comité de ética sospecha que se pudo sobornar a miembros de la FIFA en elecciones a la presidencia; mientras que la prensa británica afirma que Hamam y Warner ofrecieron más de 40.000 dólares en regalos a las federaciones a cambio de sus votos.

La crisis institucional se desató el pasado miércoles, con la llamada a Hamam a comparecer ante el comité, quien contraatacó pidiendo a su vez la comparecencia de Josep Blatter, una petición confirmada el viernes