El ecuatoriano Walter Ayoví volvió a gritar: ¡campeón! con la camiseta del Monterrey, en esta ocasión al vencer 1-0 (3-2 en el global) al Real Salt Lake en la segunda final del torneo de la Concachampions.

Los “Rayados”, que contaron con la presencia del tricolor durante los 90 minutos, lograron levantar el título fuera de su tierra, a pesar de que en el cotejo anterior habían cedido un empate 2-2, en México.

El chileno Humberto Suazo, con su anotación a los 45 minutos, le dio al conjunto azteca su primera Liga de campeones de Centro y Norte América. A esta distinción internacional se suma la Recopa  Concacaf (1993) y la Copa Pre Libertadores (1998).

El encuentro, que lució apretado desde un principio con peligrosas llegadas de lado y lado, duró casi 95 minutos. Con el resultado a su favor el elenco del Monterrey cuidó más la pelota y por ello hizo que el rival se trabara en el medio campo.

En esta ocasión, el “Sargento” Ayoví fue utilizado como volante por  izquierda (habitualmente lo hace como lateral) y en su posición improvisada ensayó varios remates de media distancia, sin mucho éxito.

El tricolor celebró la obtención de su cuarto título con el club mexicano. Antes se adjudicó los torneos Apertura 2009 y 2010; además del Torneo Interligas 2010.

En la celebración, Ayoví sostuvo  la bandera de Ecuador en una mano,  la de Esmeraldas en su espalda y, por su puesto, el trofeo en la otra mano.