Las bañistas en topless de la playa Rada Azul de Tenerife, España, fueron las principales espectadoras de la última  jornada del VI Mundial de Actividades Subacuáticas.

Con un sol resplandeciente los finalistas de la prueba de jump blue varones (modalidad que consiste en dar la mayor cantidad de vueltas a un cuadrilátero de 15x15 ubicado a 10 metros de profundidad) se sumergieron en las cálidas aguas del mar de Tenerife.

Las pangas (botes) no fueron necesarias para trasladar a los buzos a pulmón al punto donde se encontraba la pista, pues solo a tres metros de la orilla, el mar se volvía profundo y se podía llegar  nadando. “Arriba había viento, pero abajo el mar estuvo tranquilo, había 100% de visibilidad”, dijo el ecuatoriano Alfredo Rosado, que se consagró vicecampeón mundial al recorrer 172,76 metros con solo el aire que pudo contener en sus pulmones y estómago.   

Rosado fue el último en competir y dijo que eso lo ayudó. “Yo ya sabía lo que habían hecho los otros y eso es una ventaja. Salí limpio, creo que pude dar un poco más, pero lo mejor era asegurar una medalla para el país. Le gané a Goran Colak de Croacia, que en piscina, en la modalidad de dinámica con equipos, consiguió el récord mundial con 250 metros”, reveló el guayaquileño de 43 años,  para luego entrar en detalles.

“Se me quedó el pincho (pinza que se coloca sobre la cuerda del cuadrilátero y que sirve  para saber cuánto ha recorrido el apenísta) y Freddy Toledo, mi entrenador, se fue nadando rapidísmo para traérmela”.

La primera en felicitar a Rosado fue su hija Valentina, que le envió un: “Felicidades papi”, vía Facebook. Carlos Proaño se ubicó quinto al recorrer 95 metros. “En este deporte juega mucho la estrategia, un día antes de la final, conversé con Freddy, él me hizo unas recomendaciones y todo pasó como lo planificamos”, señaló el apneísta.

El campeón fue  Michele Fucarino, de Italia, que se desplazó 175,66 metros, distancia que se convirtió en récord mundial.