París se abre a una gran lucha, la que coronará campeón de Roland Garros al más fuerte en las dos semanas de combate en el Bois de Boulogne, donde el español Rafael Nadal puede igualar los 6 títulos del sueco Bjorn Borg, y donde el serbio Novak Djokovic aspira a convertirse en nuevo número uno del mundo.

Años atrás el aficionado parisino suspiraba por una final Nadal-Federer y que el suizo saliera airoso del envite, habida cuenta su gusto por el tenis de ataque. La tuvo en tres ocasiones (2006, 2007 y 2008) pero no pudieron disfrutarlo. Sí vitorearon al genial tenista de Basilea en la siguiente edición, pero entonces el decapitado fue Soderling.

Nunca ha visto el aficionado francés perder a Nadal en una final en su santuario. Sí lo vieron en los octavos de final de hace dos años ante Soderling, pero jamás en la lucha por el título. Si Nadal y Djokovic tienen reserva para el 5 de junio en la Philippe Chatrier, el nuevo clásico del tenis vivirá el momento más álgido de los últimos años.

Los dos cumplen años durante la quincena. “Nole” lo hace hoy (24) y Rafa el 3 de junio (25). Y ambos tienen mucho que celebrar, en un marco histórico, el deseado por cualquier tenista en el mejor de sus sueños.

El serbio, sus 7 títulos logrados este año: Abierto de Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma, sus 39 partidos seguidos ganados, 41 si se suman los dos de la final de la Copa Davis del 2010 y  las cuatro victorias que lleva sobre Nadal esta temporada, especialmente las dos últimas en tierra, en la final de Madrid y Roma, y quizás recuerde mejor la última porque se dio a nivel del mar, donde no hubo excusas para Nadal.

Djokovic está a solo 3 partidos de igualar el récord de John McEnroe de mejor comienzo de temporada (1984), a 5 de las victorias seguidas del checo Ivan Lendl (1982) y a 7 del argentino Guillermo Vilas (1977).