“Nole” dejó la pizza y subió al número 1
A partir del pasado lunes, el tenis mundial tiene un nuevo número 1. Tras su victoria en el torneo de Wimbledon, el serbio Novak Djokovic destronó al español Rafael Nadal y se convirtió en el vigésimo quinto jugador en alcanzar este honor, desde que en agosto 23 de 1973, la ATP comenzara a utilizar los rankings por computadora.
El primer número 1 en el ranking ATP fue el talentoso y controversial jugador rumano Ilie Nastase , quien mantendría esa posición por un total de 40 semanas.
Al conseguir el ansiado primer lugar, Djokovic rompe el dominio que mantenían el suizo Roger Federer y Nadal. “FedEx” asumió el liderato el 2 de febrero de 2004 y se mantuvo por 237 semanas consecutivas en la cima (récord vigente), mientras que Nadal tomó su puesto el 18 de agosto de 2008. Ambos alternaron desde entonces en el Nº 1, completando el helvético un total de 285 semanas (quedando a una de igualar el récord de Pete Sampras ) y el ibérico 102.
Hasta hace algunos meses, pocos imaginaban que Djokovic, a mitad de año, sería el nuevo líder del ranking, pues hasta fines del 2010 nunca había superado a Nadal en una final. Además de esta supremacía en cifras, había una amplia ventaja a favor de Nadal en la parte física y sicológica.
¿Quién iba a pensar que en los cinco enfrentamientos entre los dos en 2011, Djokovic superaría a Nadal en ambos aspectos?
¿Quién podía imaginarse que en estas finales verían un Djokovic más rápido, más ágil, y sobre todo más resistente en lo físico y más fuerte en la parte mental que Nadal?
Es un número 1 con todos los méritos, coronándose en Wimbledon, venciendo al campeón defensor y número 1 anterior. “Nole” tiene una marca de 48 partidos ganados en este año y solo uno perdido (semifinales de Roland Garros contra Federer), y 8 títulos a su haber... asombroso.
Se habla mucho de ese cambio en Djokovic, se dan muchas versiones, una de las cuales ni el mismo jugador niega, aunque no le gusta mucho hablar del tema.
Es la de un cambio radical en su dieta, debido a que los médicos descubrieron que tiene una intolerancia a los alimentos que contienen gluten, una proteína vegetal que se encuentra en el trigo, cebada, avena, centeno.
Los síntomas que se pueden presentar son diarrea, vómitos, anemia, fatiga, déficit de hierro, entre otros. Bien puede ser esta la explicación para la caída de su rendimiento, cuando los partidos se alargaban, y la exigencia física era muy grande, como lo eran todos los encuentros contra Nadal.
Cerveza, pizza, pan, entre otros, son algunos de los alimentos que Djokovic suprimió de su dieta. Este paso fue duro para “Nole”, ya que creció precisamente muy cerca de productos que ahora no consume, debido a que sus padres tienen una pizzería en Serbia.
Muchos lo veían como un buen jugador, un muchacho simpático, bromista, al que le faltaba esa mentalidad necesaria para ser un gran campeón, como Federer o Nadal.
Pero su notoria mejoría en el aspecto sicológico va de la mano con la parte física. El saber que estás muy bien físicamente, que no tienes problema si el partido pasa las tres, cuatro, y hasta cinco horas, te permite jugar tranquilo, sin presión. Justamente esa es la ventaja que tiene Nadal sobre los demás, pero que ahora sabe que no la tiene con Djokovic.
Otro factor muy importante en el éxito del serbio es la continuidad en el trabajo que ha tenido con su entrenador, el ex jugador eslovaco Marian Vajda , quien lo dirige desde junio del 2006, cuando Novak tenía apenas 19 años, algo que se ve poco en el tenis actual. Debido a la presión por alcanzar resultados a corto plazo, los jugadores realizan constantes cambios en sus equipos de trabajo.
Por ahora, a “Nole” se lo ve casi imbatible, sus rivales lo saben, y se sienten intimidados, como dijo en estos días Toni Nadal, el tío y entrenador de Rafa. “Tenemos que hacer algo, tenemos que buscar otra forma, tenemos que mejorar, porque en este momento Djokovic está por encima de nosotros”.
Conociendo la mentalidad ganadora de “Rafa”, sé que va a hacer todo lo que esté a su alcance para recuperar el trono.
Ahora, para Djokovic viene algo muy difícil, mantenerse en la cima. Después de haber sido el cazador, ahora se convierte en la presa, su cabeza se convierte en el trofeo que todos quieren tener. Con “depredadores” como Nadal, Federer y hasta el mismo Andy Murray, la cacería va a estar muy interesante.