San Juan, Argentina.-

Las selecciones de Chile y Venezuela se enfrentan hoy en partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa América, la primera con el objetivo de subir otro escalón en la búsqueda de un título que nunca obtuvo y la “Vinotinto” por hacer historia y llegar a su primera semifinal. Ambas han hecho los méritos suficientes como para lograr su propósito.

Chile, de la mano del argentino Claudio Borghi, está ratificando en el torneo sus progresos y que a su tradicional buen manejo del balón le ha agregado personalidad.

La plantilla es consciente del dicho frecuente en el fútbol sudamericano: los chilenos juegan muy lindo, pero nunca ganaron nada... y quieren modificarlo.

El paso de la “Roja” por el Grupo C fue vertiginoso. Tras su victoria por 2-1 frente a México y el empate 1-1 con Uruguay logró su boleto adelantado para cuartos de final.
Frente a Perú, con medio equipo diferente para dar descanso a los titulares, se mantuvo el orden, aunque bajó el nivel, pero le alcanzó para hilvanar otra victoria por mínima (1-0).

Las lesiones se han convertido en un dolor de cabeza para Borghi. El hábil Matías Fernández debe seguir al margen; otro de los creativos, Jorge Valdivia, tampoco está bien y juega de a ratos. La responsabilidad de la creación es entonces para Luis Jiménez, que no calza los puntos de los anteriores, pero está dando una buena mano.

Además, el mediático Alexis Sánchez ha mostrado durante el torneo solo chispazos de su reconocida calidad, afectado quizás a sus jóvenes 22 años por las idas y venidas en su larga negociación de traspaso al Barcelona. Borghi no podrá contar con el dinámico centrocampista Beausejour, expulsado en el partido frente a Perú.

Chile parece tener más juego que Venezuela y por ello se le atribuye la condición de favorito, de la que tanto Borghi como sus dirigidos prefieren despegarse.

Si bien aparecen como mejor posicionados, no deberán confiarse los chilenos frente a una selección venezolana que suma sorpresas en el torneo. Debutar con un empate sin goles frente a Brasil fue la primera de ellas, pero la más resonante, por la forma en que lo logró, fue el empate a 3 frente a Paraguay en su última presentación.

Los venezolanos cerraron el partido a puro coraje, con dos conquistas en los últimos cinco minutos y sobre todo frente a una selección que se destaca por su pundonor y a la que por momentos pareció llevar por delante. Fue un empate con sabor a victoria y de esos que suponen una inyección de moral.

Hace ya un tiempo que la selección venezolana “grita” con sus actuaciones que quiere dejar de ser considerada la “cenicienta” de la Copa América, más por su pasado que por su presente.

El choque promete y tiene pinta de buen partido. La Copa América de Argentina está necesitando ese tipo de encuentros.