El exportero Ubaldo Matildo Fillol, gloria del fútbol argentino, presentó hoy su renuncia como miembro del cuerpo técnico del River Plate a causa de "la actitud desubicada" del guardameta Juan Pablo Carrizo que lo desairó tras el empate (1-1) del pasado domingo frente al San Lorenzo.

Carrizo quedó en el ojo de la tormenta luego de que en el partido se le escurriera entre las manos un balón que terminó en las mallas, lo que consagró el empate y sumergió al River a la zona de Promoción, en la que peligra su permanencia en la Primera División.

Al final el encuentro, Carrizo se fue del campo de juego en medio de silbidos de varios hinchas y devolvió con un gesto despectivo el intento de Fillol de abrazarlo en señal de apoyo.

"Siento un dolor inmenso que nunca me hubiese imaginado que podía llegar a sentir, y mucho menos, que esa actitud tan desubicada haya venido de esta persona y por eso no vuelvo a Primera", sostuvo en su web el Pato Fillol, responsable de entrenar a los porteros del cuerpo técnico del club, encabezado por Juan José López.

De todas formas, el guardameta de la selección argentina durante el Mundial de Argentina de 1978, en el que el país suramericano ganó su primer título mundialista, dijo que está en conversaciones con el presidente del club, Daniel Passarella, "para seguir como entrenador de porteros en divisiones inferiores".

"No necesito perdones ni aclaración, ese tipo de cosas no se perdonan", respondió Fillol ante el pedido de disculpas que esgrimió este lunes Carrizo por lo sucedido.

"Además del dolor por lo que pasó, siento bronca, desazón y desilusión. Es más, siento que me humillaron delante de todo el mundo", añadió el Pato.

El River Plate necesitaba ganar el domingo para superar la zona de Promoción en la que cayó por su bajo promedio de puntos en las últimas tres temporadas.

Una semana antes, Carrizo había marcado en propia meta ante el Boca Juniors, en el clásico del fútbol argentino que el River perdió por 2-0 en La Bombonera, resultado que le dejó cerca de la Promoción.