El “Cementerio de los Elefantes” está listo
Las notas del sagrado Himno Nacional del Ecuador chocan contra las paredes de cemento del estadio Brigadier Estanislao López y parecen hacerlo estremecer, además hacen latir más rápido el corazón de FANÁTICO, que ya siente el ambiente del partido entre Ecuador vs. Paraguay.
Este diario arriba al campo, ubicado en la zona sur de Santa Fe, justo cuando se realizan las pruebas de sonido y este se asemeja al surround que se escucha en el cine, es nítido. Todo está listo. El gramado está recién cortado, una podadora ubicada a un costado atestigua que recién ha sido podado, está cortito para que el balón ruede con más velocidad.
Al levantar la cabeza, del lado de la platea se divisa a la Virgen de Guadalupe, patrona de la arquidiócesis de Santa Fe. La estatua fue obsequiada al club de parte de un viejo conocido en el fútbol ecuatoriano, Jorge Fossati, quien dirigió el club antes de irse a adiestrar, por primera vez, a Liga de Quito.
Avanzando un poquito más allá está Fabián Nanini, quien es el encargado de instalar el Wi-Fi y todo lo que tiene que ver con el Internet en el estadio. “Llevamos como un mes con las instalaciones y está todo perfecto para que tanto fotógrafos como periodistas tengan todas las facilidades para el envío de su material”, dijo Nanini.
Hay 200 puntos para conectarse en la sala de los comunicadores y 100 en el de los reporteros gráficos, además en todo el estadio hay Wi-Fi y fibra óptica. Aproximadamente, 20 personas darán soporte técnico, ellos son de la empresa de Fabián, Nanani Technology.
Siguiendo el recorrido uno se encuentra con Daniel Muñoz, encargado del montaje. “Yo soy el que le da el ambiente futbolero al estadio, ahora estoy instalando los ventiladores para que los muñecos inflables tengan movimiento”.
Caminando más allá están las hermanas Luciana y Karina Falomir, cuya familia toda la vida ha estado vinculada al estadio de Colón, fundado en 1905.
“Mis abuelos, Eugenio Spigaros y Óscar Falomir, trabajaban como voluntario y pintor, respectivamente, en la época en que no habían asientos de cemento, todo esto era tablones”, señala Luciana, mientras termina de rotular los asientos de la fosa, donde serán ubicados los discapacitados y que está cerca de la cancha.
El estadio que tiene una capacidad para 40.000 espectadores luce radiante, los colores rojo y negro de Colón pintados con esmalte parecen brillar. Es que recién el sábado anterior fue reinaugurado y se le aumentaron los palcos (suite).
Ya a las afueras hay un esqueleto de elefante, pues este estadio, ubicado en el barrio Centenario, es conocido como el “Cementerio de los Elefantes”, porque allí han perdido los cinco grandes del fútbol argentino, en el que también cayó el Santos de Pelé.
En la sede que queda cruzando la calle hay canchas de baloncesto, piscina, donde se juega water polo, pues es un club multifuncional. En una de las canchas se encuentra Lucila Tonolo, voluntaria, quien retoca con varias manos de pintura el escudo de Colón, para que hoy todo esté listo.