Los centros comerciales cambian hábitos locales
Los centros comerciales se han convertido en un referente de ocio y distracción para los consumidores de Quito y Guayaquil, donde un 70% de sus habitantes visita con frecuencia estos espacios de recreación social.
Según un estudio realizado por la empresa Estudios Ómnibus de Ipsa Group, siete de cada diez personas de ambas ciudades acuden de forma asidua a un centro comercial. El 37% compra ropa, calzado y otros productos, mientras que un 28% acude a los locales de comida rápida.
En los días de promociones de 2×1 en los cines y los sábados a los malls van al menos un 60% de los miles de personas que los visitan mensualmente. Solo el Mall del Sol recibe un promedio de 1,5 millones de visitantes al mes.
No obstante, algunas tiendas como la distribuidora de calzado deportivo Bata, ubicada en el Mall del Sur, reporta que los días de más ventas son los viernes o subsiguientes al cobro del salario. Una dependiente del local explica que esto se debe a que las personas se dedican los fines de semana a ver artículos que comprarán posteriormente.
Para Eduardo Falconez, director de Estudios Ómnibus de Ipsa Group y autor del estudio, este caso no es extraño si se toma en consideración que un 28% de los guayaquileños y quiteños que visita los malls prefiere ir a pasear antes que realizar cualquier otra actividad. Solo un 11% reconoce que comprar es la prioridad cuando van a esos establecimientos.
Sin embargo, el investigador señala que los centros comerciales tienen cada vez más aceptación entre la ciudadanía porque son multifuncionales, ya que ofrecen varios servicios en un mismo lugar y la gente no tiene necesidad de desplazarse a diversos lugares para realizar sus compras.
Otro factor importante para la gente –explica Falconez- es que los ciudadanos pueden efectuar sus transacciones bancarias y comerciales con mayor seguridad y tranquilidad. También los atrae los descuentos y promociones que hay en estos locales.
El analista económico Roberto Villacreses considera que las ventas en los centros comerciales prosperan por las líneas de crédito que ofrecen las entidades bancarias y por un aumento en la liquidez que hay en el ámbito económico, debido a la bonanza petrolera que esta semana ubicó el precio del barril de crudo sobre los 94 dólares.
“Sin duda se están ingresando más recursos al sector estatal y estos se canalizan a la actividad privada a través del mercado de consumo”, explica Villacreses.
Ante esto, estima que los centros comerciales se desarrollan de forma potencial porque ofertan de todo en un solo lugar, en un ambiente seguro, con parqueos gratuitos y en un clima agradable con aire acondicionado.
De esta manera, se ofrece al consumidor un factor adicional que es optimizar su tiempo, menciona el analista. Pese a todos los beneficios mencionados, Villacreses estima que en realidad el crecimiento de la afluencia a los centros comerciales “no es algo tan positivo, porque la gente no deja un margen de sus ingresos para ahorrar”.
Carlos Morlás, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Ecotec, también considera que el crecimiento de la actividad comercial se debe al uso de un instrumento muy útil, como es la tarjeta de crédito que permite la compra de productos a plazo.
El economista señala que sin duda esta concurrencia aumentará ahora que iniciará la época comercial navideña en la que las personas compran artículos suntuarios y cosas que no necesitan. “Gastamos en lo más importante, según nuestro criterio. Somos consumistas por naturaleza”, afirma.
En este sentido, aclara, los centros comerciales fomentan el consumo interno, pero no el turismo, porque los turistas van a los balnearios y otros lugares de recreación.