La ciudadanía ya tiene acceso libre a 950 cables de WikiLeaks, referentes al Ecuador, luego de que el Ejecutivo solicitó a los representantes de esa organización que, en la medida de lo posible, la información sea pública para los ecuatorianos sin depender de los medios de comunicación colectiva.

El anuncio lo hizo ayer el canciller de la República, Ricardo Patiño, al subrayar que el Gobierno  no aplaude la revelación de los secretos de Estado, pero una vez que han sido filtrados,  deben estar al alcance de todos y no a la discrecionalidad de pocos medios.

Precisó que para leer estos documentos se debe ingresar al portal www.wikileaks.ch y luego acceder a Cablegate: 250000 US Embbasy Diplomatic Cables. De ahí se desplegará información  y una serie de mecanismos de búsqueda clasificada en fechas de creación, por etiquetas y archivos.

Patiño hizo extensivo un pedido a los diarios El Comercio y El Universo, que tienen en su poder los textos, para que publiquen absolutamente todos los cables. EL funcionario solicitó que  la información “no sea dosificada, ocultada ni depurada”.

Tras señalar que el presidente  Rafael Correa no le ha pedido la renuncia por lo que él seguirá al mando del Ministerio de Relaciones Exteriores, indicó que las relaciones  con EE.UU. se mantienen en todos los ámbitos. “Hay diálogos permanentes en todos los aspectos que tienen que ver con nuestra relación con los EE.UU. La diferencia es que no  tenemos embajadores”, señaló.

Ecuador pide explicación a la DEA

De otro lado, el canciller  Patiño informó que  Ecuador ha enviado una comunicación a la Organización Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en la que pide explicaciones sobre sus afirmaciones de que el Ecuador es la “ONU del crimen organizado”.

Patiño expresó que es muy fácil emitir este tipo de afirmaciones para desprestigiar y agregó que quisiera saber cómo está el crimen organizado en EE.UU. y cuánto ha disminuido el consumo de drogas, así como la trata de blancas allá.

Patiño subrayó que Ecuador sí hace “un trabajo inmenso” para evitar el tráfico de drogas que  afecta a la juventud norteamericana.  El ministro de Seguridad Interna, Homero Arellano,  también calificó como desafortunada  la declaración.