Walter Gómez: “Todavía existe cierto esterotipo de los gays”
Este lunes se recordó el Día Internacional del Orgullo Gay, una celebración que busca fomentar la tolerancia y la igualdad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales (GLBT).
La conmemoración tiene su origen en 1969, fecha en la que se recuerdan los disturbios de Stonewall, en Nueva York-Estados Unidos y que marcan el inicio del movimiento de liberación homosexual en Norteamérica y, posteriormente, alrededor del mundo.
En el Ecuador, desde hace algunos años, se realizan diferentes actividades en torno a esta conmemoración, que cuentan con la participación de diferentes organizaciones que trabajan por los derechos de la comunidad GLBT.
¿Por qué es importante recordar el Día del Orgullo Gay?
Se trata de una celebración internacional que inicia con la actitud de rechazo hacia un estigma en la ciudad de Nueva York, donde las travestis eran maltratadas por la Policía de ese país.
Es importante porque marca un precedente y el inicio de una lucha, además, determina el accionar de una comunidad totalmente reprimida y discriminada que lucha por sus derechos.
¿En el país se han logrado cambios en los últimos años, respecto al tema?
Sí, se han logrado muchos cambios. Tenemos una Constitución avanzada. En alrededor de 80 países del mundo todavía existe la penalización de la homosexualidad y esto es grave para los derechos humanos de personas que tienen una opción diferente a la que, supuestamente, es común. No hablemos de normalidad o anormalidad.
En nuestro país, la homosexualidad se despenalizó desde 1998 y se incluye el rechazo a la discriminación en algunos artículos de la Constitución, el hecho de ser iguales ante la ley.
La mentalidad de las personas en torno a la homosexualidad, ¿Sigue siendo igual? ¿Qué ha cambiado?
En Ecuador hay cierta apertura. Sin embargo, todavía existen los estereotipos y la creencia de que solamente servimos para ciertas ocupaciones. Dentro de todas las esferas hay personas homosexuales. Nosotros estamos peleando para la inclusión y creación de políticas de trabajo, porque podemos ser más que cocineros, lavanderos, peluqueros o artistas. En este ámbito hay personas que están preparadas, que estudian carreras, que son excelentes profesionales y se capacitan en diversas áreas, como los Derechos Humanos o el activismo.
De su parte, la cultura latinoamericana todavía tiene cierto rechazo hacia las diferencias: lo que no es igual al común de la sociedad es rechazado, por ende, se tergiversa el hecho de ser homosexual y esto es simplemente llevar un estilo de vida diferente. Nosotros amamos y tenemos una relación física con una persona de nuestro mismo sexo, eso es lo único diferente, porque nuestras capacidades físicas son iguales.
¿Cómo considera que ha avanzado el tema en cuanto a tolerancia y aceptación a nivel mundial?
He tenido la oportunidad de viajar a algunos países del mundo y de lo que he podido observar, en Estados Unidos es excelente, hay una gran tolerancia. A nivel latinoamericano, tenemos a Argentina y Brasil también van bien encaminados. En México incluso ya llevan más de 30 años haciendo la marcha del orgullo gay, que en nuestro país se realiza desde hace apenas 4 años.
A nivel local, ¿cuáles son los problemas a los que están expuestos o impedimentos con los que se han encontrado?
Son algunos, especialmente el hecho de que hay personas que no respetan ni toleran las diferencias. Es cuando nos exponemos a ser víctimas de agresiones físicas y verbales. No existe un estudio sobre esto, pero se puede ver en los periódicos que todos los días hay asesinatos y vejaciones a personas con orientación sexual diferente.
En la ciudad, en cambio, tenemos el rechazo municipal. Ellos no brindan con facilidad los permisos para la marcha del orgullo gay que realizamos todos los años. Tampoco nos dan apertura para trabajar con los grupos GLBT. Es complicado porque tienen una mente muy conservadora y es vital que se rompan esas cadenas mentales. Yo creo que en parte es la influencia de la Iglesia, que todavía es poderosa. Considero que lo más importante es el respeto hacia las diferencias. Cuando uno toma decisiones que afectan a otras personas y existen tabúes es un problema.
Respecto a la reciente aprobación del matrimonio homosexual en Nueva York, ¿ustedes lo interpretan como un hecho importante? ¿Por qué?
Sí, es importante. Recordemos que a nivel latinoamericano ya ocurrió un suceso similar en Buenos Aires. Nosotros, como activistas, apuntamos a llegar a eso en Ecuador. Ya hemos tenido avances, pues dentro de la actual Constitución se indica que se puede crear una sociedad de hecho, que es como una unión libre. Sin embargo, queremos llegar a tener una unión civil reconocida legalmente por todo lo que esto implica, en cuanto a herencias y derechos dentro de un matrimonio. También, esperamos que se penalicen las acciones de odio y discriminación hacia los homosexuales.