La misión de Octavio Villacreses, según él mismo la define, es fortalecer el proyecto político de Rafael Correa. Lo quiere hacer desde la Asamblea, a  la que busca llegar como representante del Distrito dos de Guayas, en el cuarto casillero.

“Mire a Lugo, no tenía mayoría y lo tumbaron”, pone como ejemplo Villacreses, quien dejó la Subsecretaría Regional del Ministerio de Relaciones Exteriores para terciar en los próximos comicios.

“Soy un peón de la Revolución Ciudadana”, responde cuando se le pregunta por qué dejó su anterior cargo. Él afirma que su postulación fue presentada por varios sectores de PAIS en Guayas, por lo que aceptó pese a que está en el último lugar de la lista.

Para este arquitecto urbanista, en consonancia con las palabras de Correa, es vital que PAIS obtenga una mayoría absoluta en la próxima Asamblea Nacional. Afirma que esa ventaja servirá para destrabar leyes, como la de Comunicación, Aguas y Tierras.

En el programa de gobierno de PAIS se incorporó el combate contra las invasiones que Villacreses prefiere denominar “asentamientos urbanos no planificados”.

Él se postula en un distrito donde ese problema es serio. En Tarqui está el sector de Monte Sinaí, epicentro de la guerra que libra el Gobierno a nivel nacional contra las invasiones.

En ese sentido, para Villacreses desde la Asamblea también se puede luchar contra este mal. Él propone una ley que obligue a los municipios pequeños a  dotar de servicios básicos a sus sectores pobres para desincentivar la migración a las grandes ciudades.

Otro planteamiento es lo que llama  “seguro urbano”. Se trata de un ejemplo que toma de otros países y se refiere a que cuando un ciudadano sufra un accidente por alguna negligencia de una empresa pública la persona esté protegida.

Menciona el caso de un ciudadano que cae en una alcantarilla sin tapa. Los gastos hospitalarios, de recuperación y de lucro cesante deberían, según Villacreses,  ser cubiertos por el Municipio o la empresa de agua potable.

En cuanto a lo político, Villacreses ya tiene experiencia en esta área. Su escuela fue el Concejo Cantonal de Guayaquil. En 2007 fue el único edil de PAIS en un Municipio dominado por los socialcristianos.

En 2009 se presentó a la reelección y ganó, pero ahora lo acompañaron cuatro concejales de PAIS. Allí sufrió todo tipo de hostigamientos de las barras de Madera de Guerrero que se ubican a pocos centímetros de los ediles. “Fui víctima de agresiones, verbales y físicas, vejámenes cuando hacía oír mi voz en las sesiones”, cuenta el candidato. Eso, promete, jamás ocurrirá en una Asamblea controlada por PAIS.