VI Maratón del Cuento atrae a 50 mil lectores en el Itchimbía
“La televisión tiene influencia entre los niños y jóvenes, pero aún no hay pelea con los libros, opina Leonor Bravo, presidenta de Girándula, Asociación Ecuatoriana del Libro Infantil y Juvenil, encargada de impulsar la VI Maratón del Cuento.
Por esa razón, señala, el evento despierta interés, no solo por escritores como los que acudieron al encuentro que se realizó desde el martes 17 hasta el pasado viernes, sino también entre los padres y niños que acuden a la feria de literatura infantil en el Parque Itchimbía, en Quito.
En la feria, los niños pueden disfrutar de todo tipo de libros y conversar con los autores que se encargan de la narración de sus escritos. “A los niños les gusta los libros porque encuentran magia, viven un mundo de fantasía”, expresa la escritora ecuatoriana.
Elena Serrano, una madre asistente, considera que este tipo de eventos son fundamentales para que los niños tengan un acercamiento diferente a los libros y se sientan motivados a leer.
Según Gonzalo Moure, escritor español, la maratón fue la oportunidad perfecta para que los escritores se muestren internamente.
“Me pareció muy original, porque fue uno de los pocos momentos en los que los escritores nos miramos el alma y dejamos a un lado el ego”, comenta. Sin embargo, resalta que aún queda trabajo por hacer, principalmente en los sectores populares, donde hay poco acceso a libros.
“Sin libros no se puede enseñar a leer, los profesores están obligados a exigir que haya libros en el aula”, subraya.
Bravo coincide con este criterio y afirma que son pocos los establecimientos educativos que cuentan con rincones de lectura o bibliotecas infantiles, principalmente en los del sector público.
Mateo Vega, un pequeño lector de 7 años, señala que uno de los momentos que más le gusta en la escuela es el de lectura, porque a través de los libros se traslada a otro mundo, aunque no siempre le gustan todos los cuentos.
Moure asegura que escribir literatura infantil no es una tarea fácil, ya que si el niño no se engancha desde el inicio deja a un lado el libro y para lograr atrapar a los lectores quienes lo hacen, deben dejar de ser adultos.
Édgar Allan García, poeta ecuatoriano, opina que los escritores deben tener cuidado al redactar literatura infantil, “hay una tendencia a tratar a los niños como débiles mentales a través de los libros”.
A su criterio, a través de la literatura infantil se puede enseñar sobre la vida, la muerte, valores fundamentales, pero de manera lúdica, con lenguaje sencillo sin caer en lo pedagógico.