A mediados de este mes se cumplirá una reunión clave entre delegados del Ministerio de Cultura y Patrimonio con miembros del Municipio de Zaruma.

El objetivo es darles a conocer cuáles son las observaciones emitidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), al pedido de las autoridades locales para que declaren al cantón orense como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Así lo dio a conocer Perpetua Ordóñez, alcaldesa encargada.

Una vez realizado el encuentro, las autoridades y organizaciones zarumeñas que impulsan la iniciativa enviarán las respuestas a la organización internacional, para que pueda dar el siguiente paso que es visitar la ciudad y constatar los atractivos turísticos y patrimoniales.

Aunque el pronunciamiento de la Unesco se daría a finales de año o a inicios de 2015, Lorena Carrión, integrante de la Unidad de Patrimonio de Zaruma, siente un poco de preocupación por el estado de las casas históricas.

“Necesitamos realizar estudios para saber las condiciones de cada una, detectar cuáles son los problemas y analizar cómo se logrará conseguir el financiamiento para realizar las adecuaciones necesarias”, aseveró.

El cantón tiene 201 casas patrimoniales que datan de 1890 con estilo colonial.

Para preservar estas viviendas, el Gobierno entregó un bono de 5 a 7 mil dólares a los dueños de cada una para darles mantenimiento. “Esta cantidad no es suficiente ya que las casas son muy grandes”, sostiene Carrión.

Miembros de la Unidad de Patrimonio se encuentran en alerta sobre todo por el inicio de la época invernal.

Ellos saben que la lluvia no es una gran aliada para preservar en buen estado las residencias.

La Unidad también lleva a cabo actividades para concienciar a los ciudadanos en la conservación del patrimonio arquitectónico y el embellecimiento de la ciudad.

El 2012 las autoridades postularon a Zaruma, para que sea declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

La ciudad de 27.000 habitantes está ubicada en el callejón interandino que desemboca en la región del Pacífico, a 1.200 metros sobre el nivel del mar.