La mayoría de las empresas bananeras no respeta los derechos de los trabajadores. No se permite la sindicalización ni mucho menos la contratación colectiva, que son las dos herramientas fundamentales para que los trabajadores puedan mejorar su condición de vida.

En el país hay más de 6.000 dueños de plantaciones bananeras y solo hay 6 sindicatos a nivel nacional de trabajadores del sector.

Los empleados que estaban tercerizados y eran explotados de manera inmisericorde, cuando se implementó el mandato 8, fueron asumidos por las empresas usuarias, pero estas prácticamente no reconocieron los años y meses que laboraron en la última tercerizadora.

Por lo tanto, de 2008 para atrás, el trabajador máximo tenía un año en la empresa usuaria sin considerar los 15 ó 20 años que ya laboraban.

Luego de eso, a partir del mandato 8, desde el año 2008, los patronos nunca cumplieron con la afiliación al Seguro Social. La gran mayoría de empresarios no cumplió con los derechos laborales. Más de 200.000 trabajadores no están afiliados todavía al IESS.

Todos estos elementos atentan contra los derechos fundamentales. Sin embargo, los productores en su mayoría, cuando se ven afectados en su economía, pegan el grito al cielo y piden apoyo al Gobierno, pero siempre se olvidan de la parte fundamental del proceso productivo, que son los trabajadores y trabajadoras. Nunca dicen nada.