La compañía británica The Surveillance Group, acusada por el gobierno de Ecuador de colocar un micrófono oculto en su embajada de Londres -donde se encuentra asilado el fundador de WikiLeaks, Julian Assange-, es una de las principales agencias de espionaje y seguridad del Reino Unido y Europa. La firma ofrece a sus clientes los servicios más sofisticados de escuchas telefónicas, acopio de información y tareas de averiguación en “temas sensibles”.

La compañía, con sede en la tranquila ciudad de Worcester, en el centro de Inglaterra, “combina de forma única las prácticas, herramientas y experiencias de las fuerzas especiales británicas, de la policía y del sector de seguridad privado, para crear una nueva forma de vigilancia”, según indica su estatuto oficial.

El dispositivo, según el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, se halló en el despacho de la embajadora  Ana Albán. Aunque el diplomático pidió al gobierno de Gran Bretaña que colabore en la investigación, el Foreign Office dijo a EL TELÉGRAFO que “está al tanto del asunto, pero es un tema que le compete al gobierno de Ecuador”.

En tanto el multimillonario Timothy Young, director ejecutivo de The Surveillance Group, emitió un comunicado oficial. “Hemos escuchado esta mañana (ayer) una acusación cuya fuente es aparentemente Ricardo Patiño, el ministro de Exterior ecuatoriano, sugiriendo que nosotros instalamos un micrófono en la embajada ecuatoriana”, señala el texto.

“Esto es completamente falso. The Surveillance Group no ha estado vinculado, ni ahora ni nunca, a alguna actividad de esta naturaleza. No hemos sido contactados por ningún miembro del gobierno de Ecuador y nuestra primera notificación acerca de este incidente fue esta mañana a través de la prensa. Esta es una acusación totalmente falsa”, destacó Young en el boletín.

Sin embargo, el sitio web de la compañía admite que la firma emplea equipos de expertos en vigilancia “para trabajar en todo el Reino Unido, y junto a grupos estratégicamente ubicados en Europa y Canadá”.

“Todos nuestros empleados están entrenados a estándares internacionalmente reconocidos, y ninguna otra compañía privada cuenta con semejantes altos estándares”, agrega. Según The Surveillance Group, su “reputación como innovador en el campo de la vigilancia le permitió estrechar vínculos de trabajo con las principales instituciones financieras de Europa, como también con agencias de seguridad británicas y otras dependencias del gobierno”.

“Proveemos de una serie de servicios de inteligencia que nos permiten obtener para nuestros clientes información muy precisa y a tiempo que puede servir para tomar decisiones comerciales sólidas”, continuó.

Con respecto a las tareas de espionaje al estilo James Bond, admitió que ofrece “opciones a medida con cámaras secretas para lograr evidencia vital en los medioambientes y escenarios de mayor desafío”. “Las cámaras pueden ser complementadas con el uso de dispositivos minúsculos de escuchas para ser desplegados en propiedades y vehículos. Ofrecemos una serie de servicios de vigilancia que están diseñados para complementar las etapas relevantes del proceso de investigación”, agregó la empresa.