Aproximadamente el 50% de los ecuatorianos que se encuentran en edad escolar y tienen  algún tipo de discapacidad no ha  recibido atención, incluida la posibilidad de ingresar al sistema educativo general y superior.

El artículo 47, numeral 7 de la Constitución de la República,   establece que las personas con discapacidad tendrán “una educación que desarrolle sus potencialidades y habilidades para su integración y participación en igualdad de condiciones y se garantizará su educación dentro de la educación regular”.

El Ministerio de Educación, junto con la Misión Manuela Espejo, iniciará  un proyecto de accesibilidad a la educación, principalmente de personas que viven en zonas marginadas.

Para esto, se espera la aprobación de un presupuesto de 30 millones de dólares, dinero que se invertirá en infraestructura, capacitación, sensibilización y ampliación de cobertura, explicó Susana Mata, gerenta del Programa de Educación Inclusiva del Ministerio del ramo.

¿Cómo ha trabajado el Ministerio de Educación en la inclusión?

El Ministerio ya contaba con la unidad de educación especial que era la encargada de atender a las escuelas de educación especial, esto quería decir que se excluía a los niños con necesidades de educación especial de los que reciben educación regular. Actualmente hay un nuevo enfoque, ya no hablamos de una escuela aparte para niños con discapacidad, sino de su inserción en el sistema regular.

¿A qué se refiere este nuevo enfoque?

Tenemos en marcha desde hace dos años el proyecto modelo de educación inclusiva, que consiste en formar a los niños con un concepto de que lo normal es ser diferente. Dentro de este proyecto se incluye la capacitación a docentes de escuelas regulares y especiales, el fortalecimiento de los centros de diagnóstico y orientación sicopedagógica. Esta   entidad evaluará la situación del niño y  lo ubicará dentro del sistema según la necesidad del caso. Además se trabaja en un programa de sensibilización a padres y estudiantes para que acepten las diferencias entre las personas.

¿Qué metas están planteadas con este proyecto?

Las metas son   ambiciosas. apuntamos a mejorar la infraestructura de las escuelas, para que sean asequibles; mejorar el mobiliario para que sea el adecuado para los niños que tienen discapacidad, capacitación de herramientas de evaluación para que los docentes sepan ajustar sus métodos de enseñanza a las necesidades de los estudiantes.

Pero la meta más grande es lograr una sociedad más inclusiva, y nosotros desde la educación podemos formar a los niños con una mentalidad que permita   aceptar las diferencias.

¿Qué se ha logrado en los dos años de ejecución del proyecto?

Principalmente se ha capacitado a los docentes; estamos haciendo un estudio de necesidades; también hay avances en mejoramiento de la infraestructura de las escuelas especiales, se está creando el Instituto de Educación Especial en Pedernales, que esperamos poder inaugurarlo a finales de este año y que su funcionamiento inicie en el siguiente período lectivo del régimen Costa. Se pensó en esta zona porque es una de las ciudades con mayor índice de discapacidad y con menor atención. Tenemos la primera unidad móvil que sirve para atender a los niños que por su condición no pueden trasladarse a las escuelas y otros servicios, aspiramos a tener por lo menos una de estas por provincia.

¿Estos cambios implican la modificación de la infraestructura de los establecimientos educativos?

Lo que se trata fundamentalmente es de crear nuevos espacios, pero en las escuelas existentes sí     hacen adecuaciones básicas como la ubicación de rampas, por ejemplo. Lo que es importante es que cumplan con las normas INEN, para que se garantice su acceso.

¿Los profesores están preparados para una educación inclusiva?

No podemos decir que hay docentes capacitados, especialmente a los de educación regular. Dentro del sistema  sí hay docentes de educación especial, pero queremos fortalecer estos conocimientos para que sean personal de apoyo en el sistema de educación regular. Parte de esta capacitación se la hará a través del programa Sí Profe para lograr una masificación, además se entregarán libros guía para enfrentar esta adaptación de los niños.

¿Se ha involucrado a la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología para el proceso de capacitación?

Hasta el momento, junto con la Vicepresidencia, se ha realizado un curso piloto de educación inclusiva y especial. A esta iniciativa se han unido cinco universidades estatales a nivel nacional. Este curso se impartirá a los estudiantes de los últimos años de las carreras relacionadas con pedagogía o docencia, para que sepan como aplicar programas de inclusión.

¿Qué necesita un niño con discapacidad?

Se necesita que sea reconocido como niño, principalmente y dentro de la educación, identificar sus necesidades, no se trata de una educación diferente, sino las herramientas adecuadas.