El susto fue general. Un movimiento telúrico causó alarma ayer a la mayoría de los ambateños. Muchos, cuando se preparaban para ir a sus empleos, tuvieron que abandonar despavoridamente sus hogares. Las radioemisoras locales interrumpieron su transmisión regular para dar detalles a sus oyentes sobre el temblor que afectó en menor medida a otras ciudades del país como Latacunga, Quevedo y Guayaquil.

A los pocos minutos, vía telefónica o por las redes sociales, la ciudadanía reportaba sus vivencias. Fisuras en casas de adobe, vidrios rotos en el centro de la ciudad y hasta artefactos eléctricos que cayeron al piso.

Días atrás la empresa Herdoíza-Crespo inició trabajos en el Paso Lateral en Ambato, para controlar el descenso de taludes, algo que venía complicando el normal uso de esta vía rápida desde  hace varios años. Sus trabajadores se aprestaban a iniciar los trabajos de adecentamiento de la tierra floja cuando se mostraron sorprendidos de ver una gran cantidad de material pétreo descender hacia la carretera.

Toda esta escena la vivió Lorena Suárez, quien transitaba por el sector. “Por suerte, no hubo heridos ni daños materiales que lamentar”, dijo la señora.

Los trabajos de limpieza a lo largo de este camino de 7 kilómetros de longitud se dieron de manera inmediata, cerrándose la vía norte-sur en un tramo.

El sismo puso en alerta a los habitantes de Ambato, quienes rápidamente salieron de sus casas o llamaron a sus familiares.

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IGEPN) emitió un informe preliminar, el cual minutos más tarde fue corregido.

Según ese documento, el movimiento telúrico ocurrió a las 8:34, tiempo local. Su magnitud fue de 4,6 grados en la escala de Ritcher y el epicentro se localizó a 12 kilómetros de profundidad, a 25 kilómetros de la comunidad de Píllaro, en Tungurahua.

Los especialistas del instituto explicaron el proceso realizado para obtener los datos exactos de este fenómeno natural. “El proceso de información tiene al menos 3 fases: el reporte preliminar que se da en los primeros minutos de ocurrido el sismo. Este se basa en la información obtenida por un sistema automático de localización. Luego se hace un reporte revisado por un analista,  informe obtenido al procesar los datos de manera manual y afinar la localización automática. Y finalmente, el informe revisado por un sismólogo, que se obtiene una hora después de ocurrido el evento y donde se utilizan todos los datos y se realiza un análisis mayor de los parámetros del evento”, detallaba un documento oficial.

Los usuario de las redes sociales que estaban despiertos o laborando a esa hora, empezaron a transmitir desde sus cuentas lo ocurrido en las diferentes ciudades, momentos después de ocurrido el fenómeno.

Algunos padres de familia acudieron a las escuelas para retirar a sus hijos. No se registraron heridos por el temblor, informaron las autoridades.

“Estaba  pintando un dibujo en acuarela. De repente todo empezó a moverse, primero leve y después un poco fuerte. Las cosas que había colocado sobre mi cama estaban rodando, pero ligeramente”, comentó Mariuxi Vacacela.

La información de las redes fue corroborada por el Instituto Geofísico durante el último informe revisado por un sismólogo, donde se determinó que llegó a sentirse el temblor en toda la zona central de la Sierra (Cotopaxi, Bolívar, Chimborazo y Tungurahua), además de Los Ríos, Guayas, Pastaza y parte de Pichincha y Manabí.

Hasta el cierre de la edición, ninguna autoridad de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo (SNGR) daba datos sobre las afectaciones.