“Sin justicia social no hay una verdadera independencia”
La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, destacó ayer el papel de la mujer y los jóvenes en la Revolución Ciudadana. A estos últimos los llamó a sostener la “antorcha libertaria”, tras manifestar que sin justicia social no hay una verdadera independencia.
“Quienes ahora se rasgan las vestiduras diciendo que el proceso actual está atropellando la democracia, se olvidaron de pronto de que fueron ellos quienes, haciendo abuso de ella, expulsaron a tres millones de ecuatorianos que ahora hacen cola en la fila de la esperanza para retornar”, destacó.
Rivadeneira acotó que el feriado bancario y la sucretización de la deuda “no fueron sino el puntillazo con el que se asesinó la esperanza de millones de ecuatorianos. Esos ecuatorianos que para apoyar a su país, ahorraron de centavo en centavo en bancos nacionales, mientras que sus banqueros expatriaban sus capitales a paraísos”.
Para ella, el Ecuador en estos seis años cambió y “existen menos pobres, pero no solo eso; poco a poco, la pobreza extrema de tragedia nacional se va transformando en un triste recuerdo del estado caótico en el que nos dejó el neoliberalismo”.
“Las mujeres no seremos nunca más esclavas en la historia gracias a la RevoluciónManifestó que así como la Revolución Ciudadana lo ha hecho, “los países latinoamericanos ahora demostramos que es posible incluso cambiar el destino, ese destino impuesto por el sistema donde el capital busca someter a países con recursos naturales y a pueblos soberanos a su interés geopolítico”.
Durante su intervención, hizo alusión a la canción Carpuela de Milton Tadeo y dijo que en la época neoliberal “todos en el fondo creíamos que ya no se podía vivir en este Carpuela, porque lo que tenía se lo llevó el río, el río de la corrupción, del feriado bancario, el de la dolarización, el de la entrega de nuestros recursos naturales a las grandes empresas transnacionales”.
Para la titular de la Asamblea, en 5 años se dignificó la vida de 130.000 ecuatorianos con discapacidades. “Ellos constituyen la fuerza y la esperanza de este proceso de cambio, pues no obstante su circunstancia particular, nos han hecho ver que son unos fervientes revolucionarios de la esperanza, unos ecuatorianos extraordinarios a quienes solo hacía falta darles una oportunidad para que nos inunden de sonrisas”, afirmó.
Señaló que no puede haber verdadera independencia económica y política si no existe al mismo tiempo justicia social. “Ni puede haber una sociedad justa e igualitaria si la patria vive maniatada con el dogal del neocolonialismo depredador de nuestra naturaleza, saqueador de nuestra plusvalía, y exterminador de nuestras esperanzas”, sostuvo.
Sobre el trabajo de las mujeres precisó que ya no serán esclavas nunca más “ya que son por fin seres humanos en igualdad de derechos que todos y su trabajo por ley ahora debe ser compensado con un salario digno; se tomó en cuenta nuestras sencillas y justas aspiraciones”.