Doce años después de que el Cabildo quiteño autorizara instalar una serie de dispositivos de seguridad alrededor del edificio de la ex Embajada de Estados Unidos, ubicado en la avenida Patria y 12 de Octubre, donde hoy funciona la Fiscalía General del Estado, se iniciaron la semana pasada los trabajos para remover las rampas, bolardos y demás mecanismos de obstrucción de las vías aledañas a la edificación, para liberar el tránsito vehicular y la circulación peatonal.

El Concejo Metropolitano de Quito aprobó en el 2008, mediante ordenanza, la recuperación de estos espacios públicos, en los que, desde 1999, se construyeron una parada de buses en sentido oriente-occidente, dos plataformas móviles para obstaculizar el acceso vehicular, una junto a la entrada principal y otra en la esquina de las calles Jorge Washington y José Luis Tamayo; una serie de bolardos que cercaron el perímetro y una garita de control sobre la avenida 12 de Octubre, a través de la cual ingresaban los vehículos a la dependencia, como si se tratara de su entrada principal.

Sin embargo, los trabajos para que haya movimiento en la zona se iniciaron, la semana pasada, con el retiro de las plataformas instaladas sobre la vía pública.

Para Paola de la Vega, ex estudiante de la Universidad Católica, ubicada frente al edificio, durante este período la esquina de la avenida 12 de Octubre y Jorge Washington se convirtió, paradójicamente, en una zona que se registraban constantes robos.

“El problema es que se invierte en esas ideas ‘brillantes’ para luego ver que causan otros problemas, pues no hay planificación integral, y lo más criticable es la privatización de ese espacio público para la seguridad de una institución, y que ese supuesto control perjudique al peatón”, asegura.

Xavier Estévez, también transeúnte frecuente de la zona y estudiante, cree que se debió pensar en  dar “seguridad contra la delincuencia común, mas no a favor de otro Estado”.

El Cabildo quiteño, junto con la Embajada de Estados Unidos, invirtió alrededor de 890.000 dólares en los trabajos realizados en 1999, y ahora, la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Emmop) ha iniciado las construcciones para recuperar la vialidad en el sector y el libre tránsito peatonal.

Las cuadrillas de la entidad trabajan en la nivelación de la calzada y estudian los mecanismos más aptos para que recupere la circulación y dar seguridad a los transeúntes.